-solo vos pibe...tienes menos de un minuto...Yamile Riveros no se había percatado de nada, ni siquiera cuando el pibe se sentó a su lado, ella creyó que era un pasajero normal más. El pibe espero a que los oficiales dejaran de mirar por la ventanilla, miro a su alrededor y nadie se fijaba en el. Miraba de reojo a la nenota, especialmente al escote de su vestido, que dejaba ver parte de sus generosos senos ajustados en la tela. Ella de ingenua que era no notaba como la miraba baboseándose y con cara de degenerado.


 


- quédate quietecita y no grites bombón...-El pibe le había puesto una navaja en el cuello, y por la posición en que estaban, los demás pasajeros no podían ver.- Hace lo que te digo y no te va a pasar nada malo.- Yamile Riveros lo miro asustada, recién se había dado cuenta de que tenía alguien al lado, y encima la está a punto de degollar. El pibe apretó la navaja contra su cuello y le dijo si entendía, Yamile Riveros asintió con la cabeza, temblando de miedo.


 


-por favor, no me haga nada...si quiere dinero...-Dijo la adolescente muy asustada, pero el pibe solo se acercó a su oído y le susurro.


 


-no digas nada si yo no te lo ordeno..-la nena ante la amenaza, asintió nuevamente con la cabeza. Nunca le había pasado nada asi, tan violento.


 


-ahora me vas a acompañar, y si los canas (policías) te preguntan algo, vos decís que sos mi amiga y que está todo bien. ¿Está claro?- Yamile Riveros asintió una vez mas, prefería hacerle caso antes de que le hiciera daño. Cuidadosamente se levantaron y se dirigieron a la puerta. El pibe pasó su brazo por el cuello de la nena, dejando la navaja en su cuello, pero oculta en el pelo de la joven. Mientras caminaban, el pibe puso su otra mano en un pecho de la nena, y lo masajeo unos instantes.


 


-¡pero que melones tenes nena!- la adolescente  solo cerro los ojos y no dijo nada, estaba petrificada del miedo con la navaja apretando en su cuello.


 


-es mi amiga oficial, viene con nosotros..-Le dijo el pibe a los policías al cruzar la puerta. Los canas miraron a Yamile Riveros de arriba a abajo, desnudándola con la mirada.


 


-¿todo bien piba?- Le preguntaron. Ella respondió que si, aunque sabía que esa era su única oportunidad de pedir ayuda. Pero muerta de miedo como estaba, solo siguió caminando con el pibe a su lado. La llevo hasta el último vagón, Yamile Riveros sintió las miradas perversas sobre su inocente cuerpo, escucho groserías a su paso, y algunas manos que tocaron su trasero al pasar.


 


-Al fin llegaste nena...pero mira que putita habías sido, llegaste hasta acá sin decir nada- Yamile Riveros alzo la cabeza y reconoció al Gori, el jefe de la barra que en pueblo molestaba a cuanta mujer se atrevía pasar por delante de ellos el Gori era Tipo barrigón, traspirado y sucio, sentado en un asiento de cuatro. También vio que en ese vagón había al menos quince personas, todos hombres, todos grandotes. Había unos negros de como dos metros, también unos tipos que parecían fisiculturistas, y varios viejos como el que le hablaba.


 


-ni se te ocurra gritar, aunque parece que te comieron la lengua, ¿como es que andas por estos lares acaso te escapaste lindura?..-Yamile Riveros no respondio, en realidad escapo de su casa porque su madre estaba conviviendo con el tipo que casi logra violarla, don Lucas dueño de el conventillo, por eso la nena escapo hacia la capital a refugiarse en lo de don Benito su abuelo postizo, el podría conseguirle un puesto de trabajo hasta que pueda establecerse y conseguir donde alquilar y donde hospedarse `pero ahora no sabia que hacer, no tenia escapatoria, la mayoría de esos hombres la doblaba en estatura, y no se quería imaginar lo que le harían si los hacia enojar.


 


-¡el jefe te pregunto que haces aqui!- Le dijo el pibe bruscamente, todavía con la navaja en su cuello. Yamile Riveros no sabia bien porque no quería responderle porque estaba en la capital en busca de una nueva vida, les dijo su nombre a lo mejor si supieran quien era ella la dejarían ir, aunque no sabía de que le serviría en esa situación.


 


-Yamile Riveros...-Susurro asustada y temblando.- por favor, déjenme ir, si quieren dinero les puedo dar algo...pero por favor, no me hagan nada...por favor...-


 


-pero Yamile Riveros que lindo atuendo te cargas hoy...-Le dijo el gordo Gori, en tono de burla. -no quiero tu plata... lo que quiero son esas dos sandias que tanto muestras en el pueblo y que haces desear a todos que hermosas tetas que tenes pendeja.- Yamile Riveros se quedo confundida, ¿a que se refería con esas dos sandias? Pero no tardo mucho en descubrirlo, dos negros la agarraron de los brazos, imposibilitándole todo movimiento.


 


-¡que buena que estas pendeja!, ¡que sandias por dios!- El gordo había ordenado que la acercaran, y sin pararse de donde estaba sentado, comenzó a estrujarle los pechos por encima del vestido. La adolescente se resistía como podía, pero los negros la tenían sujeta firmemente.


 


-¡déjame!..¡auxilio!..¡por favor, que alguien me ayude...!..-Un negro tapo su boca con su gran mano, Yamile Riveros solo podía retorcerse antes los toqueteos del gordo barrabrava.


 


-¡mierda, que tetas!..¡son enormes!- Decía el gordo babeándose. Masajeaba salvajemente los pechos de la nena, los apretaba, los movía en círculos, los juntaba y los separaba. Los demás se reían al ver esto, y lo que Yamile Riveros no pudo notar, es que a todos los presente, se les había formado un gran bulto entre las piernas.


 


-¡pero que puta que sos!... ¡ni siquiera tenes un corpiño puesto!- El jefe barra había sacado los pechos de Yamile Riveros al aire, y mientras se los estrujaba, los demás miraban como hipnotizados los grandes pechos de la nena. Yamile Riveros trataba de gritar, pataleaba y trataba de zafarse, pero no podía hacer nada.


 


Con un rápido movimiento, el gordo la agarro por la cintura y la atrajo hacia el. La nena se tambaleo y a pesar de estar agarrada por los dos negros, no pudo Yamile Riveros recostar sus pechos contra la cara del gordo. Sintió su lengua recorrerlos, succionarlos, mamarlos salvajemente. Chupaba las tetas de la joven asquerosamente, Yamile Riveros sentía la respiración del tipo en su pecho, la saliva que la embardunaba, y por más que ella no quisiera, sentía a sus pezones reaccionar.


 


Los demás le tenían al Gori un respeto sublime, porque no tocaban para nada a la joven, solamente los dos negros la sostenían de los brazos y le tapaban la boca. Yamile Riveros estaba bañada en transpiración de tanto forcejear, y sus pechos brillaban por la saliva que el barra iba dejando en cada chupada. Sus ojos recorrieron desesperadamente el vagón en busca de alguna ayuda, pero solo pudo ver a una multitud de hombres sucios que se la comían con los ojos y se frotaban el bulto que tenían entre sus piernas


 


-¿vez como te gusta nena?...tenes los pezones duritos, duritos...- Le dijo el tipo mientras pasaba su lengua por uno de ellos, para después mamarle el pecho violentamente. Yamile Riveros estaba agitada, sabía que no podía hacer nada, la tenían bien agarrada y esperaba que el gordo solo le chupara las tetas y la dejara ir.


 


-amordázala y prepárala, que con estas tetasas tengo para rato...- Ordeno el jefe barra a uno de los negros.


 


-¡aux....!..- Yamile Riveros quiso gritar cuando la gran mano salio de su boca, pero le habían colocado rápidamente una media sucia y con otra se la amordazaron fuertemente en la nuca. El gordo la atrajo mas hacia el, y la colegiala se vio obligada a arquear mas la espalda. Su cola quedaba en pompa por más que ella se retorciera. El barra no dejaba de chuparle y llenarle de saliva los pechos. La pobre Yamile Riveros comenzó a llorar, ya no sabía qué hacer, se sentía totalmente impotente frente a esos hombres de mala vida.


 


El negro se puso detrás suyo, la nena se estremeció al sentir una mano recorriendo sus piernas. Intento incorporarse con todas sus fuerzas, pero el gordo la tenia firmemente sujeta de la cintura. La joven podía sentir al negro frotando sus nalgas, sentía su mano subir hasta llegar a su cola, y podía sentir como masajeaba sus cachetes firmes y duros.


 


-¡que piernas nena!.. ¡sos infernal!..-Le decía el negro a la vez que le bajaba la bombacha de la niña rápidamente hasta las rodillas.


 


-¡mmmmmmmmm!!!!- Exclamo Yamile Riveros al sentir algo que antes no había sentido. El negro había colocado su cabeza entre sus piernas y pasaba su lengua por su conchita . La colegiala no podía Yamile Riveros excitarse, la lengua del negro se movía rápidamente y la penetraba sin pudor. Ella tuvo que cerrar fuertemente los ojos para aguantar esas extrañas sensaciones.


 


-¡mmmmmmm!..- El negro había metido un dedo en su concha, metiéndolo y sacándolo a la vez que también la chupaba. Ella no podía hacer nada ante los sobos que le estaban propinando.


 


Yamile Riveros no se había dado cuenta de que el jefe barrabrava tenía su pene fuera del pantalón, y cuando lo vio, quedo sorprendida: era enorme, largo y grueso, con las venas palpitando. Mientras el jefe le chupaba las tetas, no podía dejar de mirar como el barra se masturbaba, ella nunca había visto muchos penes juntos pero este le resultaba inmenso. Pero la lengua y los dedos del negro no la dejaban tranquila, Yamile Riveros sudaba y ya tenía el cuerpo brillante y el vestido pegado al cuerpo.


 


-¿te gusta pendeja?..ahora la vas a sentir...- Yamile Riveros no tuvo tiempo de reaccionar a estas palabras, porque el gordo barra la sentó encima suyo rápidamente, dejándolos cara a cara. Intento defenderse, ahora tenía las manos libres, pero el Gori la tenia sujeta demasiado fuerte y solo conseguía resbalarse por el sudor. Yamile Riverosdentemente la iban a violar, pensó la joven al sentir el mástil de carne entre sus piernas. El tipo con una sola mano sostenía los dos brazos de Yamile Riveros, con la otra acomodo su pene en la entrada de la vagina.


 


-¡mmmmm!¡mmmmmm!!!!!...-Yamile Riveros quiso gritar con todas sus fuerzas, pero el Gori la agarro de la cintura y la penetro violentamente, metiendo casi la mitad de su enorme pene dentro de ella. La nenota cerró los ojos fuertemente por el dolor, esa cosa era demasiado grande para ella. Lagrimas incontrolables caían de sus ojos, y ya casi no podía resistirse.


 


-hoooo....que estrecha sos nena...prepárate...-Yamile Riveros miro los ojos del gordo pidiéndole por favor que no lo haga, pero la mordaza en su boca solo dejaba escapar gemidos.


 


El jefe barra la tomo firmemente de la cola y la empujo salvajemente contra su cuerpo.


 


-¡mmmmmmmmmmmmmmmm!!!!...- Le había enterrado todo su pene de una, Yamile Riveros sintió un dolor que casi se desmaya, y no pudo Yamile Riveros recostarse contra el pecho del barrra. Pero este no tenia misericordia, agarrándola de las nalgas, la hizo subir y bajar por su verga lentamente. Los demás podían ver como la gran verga del Gori penetraba a la dulce joven sin piedad.


 


-¡mmm!...¡mmm!...¡mmm!..- El tipo prácticamente la hacia saltar encima suyo, había comenzado a chuparle los pechos otra vez, Yamile Riveros ya no sentía dolor y tuvo que abrazar al gordo por el cuello para aguantar semejante pedazo de carne entre sus piernas.


 


-...asi pendeja...hooo...sos infernal...que conchita apretada tenes....-Le decia el gordo cuando no le estaba chupando las tetas. Yamile Riveros solo subía y bajaba por la verga del Gori, sentía que el dolor iba disminuyendo poco a poco, como su vagina se adaptaba al enorme pene, y como poco a poco el placer la invadía.


 


-mmmm...mmmm...mmmm...- No podía Yamile Riveros gemir, nunca había sentido nada igual. Tras varios minutos de penetración salvaje, el dolor que sentía había desaparecido del todo. Su exuberante cuerpo brillaba de tanto sudor que corría por su cuerpo, sus cabellos parecian recién salidos de la ducha. El jefe barra también estaba todo transpirado, hacia mucho calor y el vagón tenia todas las ventanas cerradas.


 


Después de un rato, el gordo la dio vuelta como a una muñeca, Yamile Riveros se recostó cansada contra el asiento de enfrente cuando sintió salir la verga del gordo de su cuerpo. Solo quería descansar del enorme esfuerzo que había hecho, pero el barra todavía no había acabado.


 


-mmmmMMMMMM!!!..- Sintió nuevamente ese gran pene dentro suyo, pero esta ves más rápido que antes. El gordo la culeaba rápidamente, Yamile Riveros solo cerro los ojos y se dejo hacer, la cosa ya le estaba gustando.


 


-..mmmm...ahhhhh siiiii papiiiiiiiimmmm...mmmmm...- Sus gemidos inundaban el vagón, su cola hacia ¡plop!, ¡plop!, ¡plop! al chocar contra el vientre del gordo. Mientras la cuelaba, el gordo se recostó en su espalda y la agarro de los pechos, masajeándolos y estrujándolos. Comenzó a chuparle la nuca para luego lamer sus orejas.


 


-vez como te gusta pendeja... cuando estabas en el barrio me rechazabas, y me mirabas con asco, nunca escupas para arriba pendeja puta porque ahora ves como te gusta la verga dura...- Le susurró al oído. Luego se incorporó nuevamente y la siguió culeando con fuerza. La embestía con tal fuerza que Yamile Riveros temblaba con cada estocada.


 


-mmm...mmm..NO SEÑOR POR ALLI NOOO.¡MMMMMMMMM!!!!...-El Gori había metido su pulgar sin piedad en su estrecho ano. La joven abrió los ojos por el nuevo dolor. Después se lo saco, pero solo para ensalivarlo y volverlo a meter. Ahora para Yamile Riveros todo era un mezcla de dolor y placer. Algo que ya conocía en manos de los viejos pervertidos de su pueblo.


 


Un segundo dedo entro en su ano, el gordo los metía y los sacaba, hasta que metió un tercero. Yamile Riveros se retorcía de placer, el gordo barra la seguía culeando a la vez que movía en círculo sus tres dedos en el ano de la adolescente. Estuvieron asi un buen rato, hasta que el ano de la colegiala se dilato un poco.


 


-prepárate pendeja...que me falta este agujerito que tenes las veces que te paseabas por el pueblo moviendo tu cintura y tus nalgas como una autentica putita... despreciabas a los tipos como yo, pero bien que te gustaba que te digan piropos- Y dicho esto, saco su verga de la concha de Yamile Riveros y la coloco en la entrada de su ano. A pesar de que ella ya sabía lo que le venía, se agarró fuertemente del asiento presintiendo lo que estaba por pasar.


El Gori se colocó detrás de Yamile Riveros y colocó su pija en la entrada del su ano. A pesar de que ella ya sabía lo que era el sexo anal, se agarró fuertemente del asiento presintiendo lo que estaba por pasar.


-prepárate pendeja...que me falta este agujerito que tenes...- Y dicho esto, saco su verga de la concha de Yamile Riveros que con sus 19 años ya había probado en su pueblo natal varias vergas y de distinto tamaño en su apretada cola, el Gori se colocó en la entrada de su ano. A pesar de que ella ya sabía lo que era el sexo anal, se agarró fuertemente del asiento presintiendo lo que estaba por pasar.


 


Te acordas en el pueblo cuando te paseabas del brazo de Rodrigo el alfeñique que decía ser tu novio, movias el culo provocándonos, ingorandonos, despreciándonos, pero yo sabia que algún dia tendría esta oportunidad, ahora prepara esa colita que tanto soñé, las innumerables pajas que me hice pensando en tu culo y ahora a un centímetro de mi verga para enterrarla en ese agujero soñado.


 


 


 


-¡MMMMMMMMMMMM!!!!...- salio de su boca amordazada cuando el Gori le enterró la mitad de su gran verga en su cola. Yamile Riveros sentía como si un hierro caliente le quemara las entrañas, no se explicaba como antes si había aguantado vergas enormes como la del jorobado conserje, y la del mismísimo viejo Pedro en su cola, ahora esta le resultaba distinta, enorme.


 


 


 


-¡que colita apretada tenes pendeja!...-Le dijo el tipo haciendo fuerza para penetrarla totalmente, pero su verga era demasiado grande para el apretado anito de la joven.


 


La nena sintió un alivio cuando el gordo saco su verga y la penetro por la vagina, pero estaba muy equivocada, solo era pera lubricarla, porque la saco de nuevo y la puso en su ano otra vez.


 


-¡mmmmmmmm!!!!!...- El gordo barra esta vez embistió con fuerza y la penetro totalmente, y dejo su verga allí, quieta, esperando que el ano de Yamile Riveros se dilate un poco. El tipo comenzó a masturbarla, lo que alivio un poco el dolor que sentía en su cola. Metía sus dedos en la vagina de la colegiala a la vez que lentamente comenzaba a mover su cintura, penetrándole la cola lentamente con su imponente verga.


 


 


 


-¡mmmm!..¡mmm!...¡mmm!!!..- A pesar de que su ano se dilataba a la fuerza, el dolor era mucho. La masturbación que le hacia el Gori con tres dedos la ayudaba un poco, pero no lo suficiente, y Yamile Riveros no podía ocultar su cara de dolor, llena de lagrimas.


 


-¡MMMM!..¡MMM!...¡MMMM!..- El tipo comenzó a culearla mas fuerte, dejando de masturbarla y agarrándola de la cintura. La nena gemía a más no poder y se aferraba como podía al asiento para aguantar las potentes embestidas del Gori. La verga entraba y salía completamente de la cola de nuestra Yamile Riveros cada vez más rápido.


 


 


 


-¡pendeja!..¡que culo infernal tenes, por dios!!!...- Le gritaba el tipo aferrándose a su tetas. Se escuchaba un ¡plop! ¡plop! ¡plop! por las estocadas salvajes que recibía la joven, los cachetes de la cola vibraban con cada penetración.


 


-¡mmm!..¡mmmm!..¡MMMMMMMMMMM!!!!!!...- A pesar del dolor, Yamile Riveros no pudo Yamile Riveros volver a sentir lo que sintió cuando los viejos pervertidos de su pueblo le hicieron, por su mente pasaban breves imágenes de las vergas que habían penetrado su cuerpo, ya sea por su carnosa y sensual boca, o por su ya no virginal concha, y muchas veces por su apretado culito, el barra que la estaba violando la tenía al borde del orgasmo.


 


Las embestidas se hicieron todavía más rápidas y violentas, el tipo le estrujaba las tetas, preludio de su orgasmo.


 


 


 


-¡toma pendeja, toma toda la leche!!!..¡haaaaaa!!!...- El gordo barra comenzó a descargar sendos lechazos de su gran verga en la cola de Yamile Riveros, llenándola por completo. La joven sintió un gran alivio al sentir el líquido en sus entrañas. Eso la relajo un poco y tuvo otro orgasmo más intenso que el anterior.


 


 


 


El barra, sin sacar su verga de la cola de la joven, la abrazo apoyando la espalda de la nena contra su pecho. Comenzó a masajearle los pechos enormes y transpirados, chupo el cuello y las orejas de la adolescente. y puso su mano entre las piernas de ella para comenzar a acariciarle el clítoris. Yamile Riveros sin saber porque se relajó y se dejó manosear por ese gordo asqueroso, el tipo que la había violado, delante de todos esos hombres que esperaban su turno. Su respiración estaba todavía agitada, y la verga en su ano no le molestaba, es más, le gustaba sentirla dentro suyo.


 


Al rato el Gori le quito la mordaza, y Yamile Riveros sentía como la verga del gordo se achicaba hasta perder todo su imponente tamaño.


 


 


 


--mmmhaaa...haaaaa...- Emitió la colegiala cuando el Gori saco su verga y ya no tenia nada en la boca, no pudo resistirse a nada, solo quería descansar, se sentía totalmente fatigada. El barra la dejo recostada en el asiento, y se dirigió a los que estaba en el vagón con sus vergas durísimas en los pantalones.


 


 


 


-la pendeja esta es terrible, tiene un culo, una conchita y unas tetasas para culearla toda la vida. y con esa carita de putita ni les cuento...- Los demás lo miraban impacientes, estaba más que excitados al ver como se había culeado a una adolescente hermosa muy deseada por los hombres del pueblo y que ahora en el sucio tren estaría a su disposición.


 


- es toda suya... a vos Chiquito te deje la boquita de la pendeja para estrenar..- Chiquito era su mano derecha, un tipo de dos metros extremadamente musculoso.- aprovechen que falta rato para que bajemos, vallan al furgón así la poli no de da cuenta...- Y dicho esto chiquito agarro a Yamile Riveros y la cargo en su hombro como su fuera una bolsa de papas. La nena estaba tan cansada que no podía ni moverse.


 


-dejenme...déjenme...- Balbuceo, pero nadie le hizo caso. Chiquito llamo a nueve para que lo acompañaran. Todos hombres grandotes y formados, algunos eran negros, otros eran gordos, pero todos eran gigantes. Cuando llegaron al furgón del tren, cerraron la puerta, Yamile Riveros no tenia ni idea de lo que le esperaba.


 


Chiquito la dejo en medio del furgón que estaba totalmente cerrado y solo con una débil luz de una lámpara que colgaba del techo. Chiquito la mantenía parada agarrándola de los hombros, y ella solo podía ver como todos esos hombres sucios y transpirados la miraban con cara de degenerados. Yamile Riveros estaba como dormida, solo escuchaba las risas de mucha gente alrededor de ella.


 


En menos de un segundo todos se tiraron encima de ella como perros en celo, manoseándola por todos lados. Le arrancaron el vestido a tirones, dejándola completamente desnuda, solo tenía puesto sus botitas de piel. Sus pechos duros bamboleaban con el manoseo. Uno le metía su lengua hasta la garganta, besándola salvajemente, Otros dos se dedicaba a chuparle los pechos, lamiéndolos y succionándoles los pezones, masajeando esos dos increíbles globos de carne. Otros Metían sus manos entre las piernas de la adolescente y la masturbaban, tan desesperados que la tenían levantada y sus pies apenas tocaban el suelo. Metían dedos en su vagina que ya empezaba a largar sus jugos. Otros masajeaban su cola perfecta, redonda y parada, metían sus dedos y los sacaban, se turnaban para hacerlo, llegándole a meter cuatro dedos en cada uno de sus orificios. Los demás chupaban su cuerpo por donde podían, agarraban las manos de la joven y la hacían tocar sus bultos. No había parte del cuerpo de Yamile Riveros que no fuera manoseada, chupada o penetrada por esos hombres de mala vida.


 


-mmmm...hhaaammmm...- Gemía suavemente, la hermosa colegiala que a pesar que estuvo con muchos hombres casi todos viejos de su pueblo ahora estaba sin control, solo se dejaba hacer, no sabía porque, pero esos sobos que estaba recibiendo le gustaban. El calor del furgón era sofocante, todos están traspirados, Yamile Riveros brillaba de sudor, parecía aceitada. Su cuerpo resbalaba con los sobos, pero nunca caía, la tenían en el aire, sus pies no tocaban el suelo en medio de esos animales hambrientos.


 


Después de un rato, Chiquito la arrodillo en el suelo, abrió su pantalón y Yamile Riveros vio la verga mas grande de su vida, mas grande que la del Gori, era gruesa y larga, venosa con la cabeza roja. Palpitando de la excitación y calentura. Chiquito Agarro la cabeza de Yamile Riveros y la acerco a la verga, dejándola en la punta de sus labios.


 


 


 


-no...déjame...- Balbuceo la joven, apenas resistiéndose. Pero con un movimiento Chiquito empujo la cabeza de Yamile Riveros y metió su enorme y larga verga por la boca de la joven, la pobre adolescente no pudo resistirse, se sentía como una muñeca, podía hacer lo que quieran con ella. Yamile Riveros no daba abasto con tanta carne en su boca, le costaba respirar, Pero Chiquito la tenía agarrada de los pelos y la obligaba a chupársela.


 


-Chupa putita, chúpamela, con esa carita de chupa vergas me volves loco...- Le decía. Yamile Riveros sentía como la verga le llegaba hasta la garganta, le dolían las mandíbulas porque las tenía que abrir al máximo, y la verga era tan grande que solo se podía tragar la mitad. Mientras otro de los secuaces se había puesto a su lado y no hacía más que magrearle los pechos, otro hacia lo mismo del otro lado, masajeaban sus enormes pechos transpirados, a todos volvían locos ese par de tetasas. Otro estaba entre sus piernas y le chupaba su sexo mientras que empezaba a meterle varios dedos. Uno detrás de ella le chupaba el ano y también le metía varios dedos, su ano ya estaba completamente dilatado y estirado, ya no sentía ningún dolor. Otros había colocado sus vergas en las manos de la joven para que los masturbaran, y Yamile Riveros sentía que eran enormes, su pequeña mano no se cerraba en torno a ellas.


 


-mmmm...mmmm...mmmm....- No podía Yamile Riveros gemir, la hacían sentirse como una perra en celo, sus experiencias sexuales en su pueblo ni se comparaba a lo que estaba viviendo en la capital en un vagón mugriento rodeada de hombres horribles y malos. Chiquito seguía moviendo su cabeza de atrás hacia adelante agarrándola de los pelos. Yamile Riveros tragaba su enorme verga como podía e instintivamente comenzaba a chuparla con lujuria, a pesar de que minutos antes se negara a hacerlo.


 


-así putita... que fuerte que estas... que bien chupas la verga perra...- la nena mientras mamaba la verga, subía y bajaba sus manos por las vergas de los demás, soltando una y agarrando otra, tenía vergas enormes por todos lados. Su respiración estaba agitada, se la podía escuchar claramente. Los que estaban entre sus piernas, tenían metidos tres dedos en su ano y su concha, y ella instintivamente comenzó a mover sus caderas. Arrodillada en el suelo, se acomodó y abrió más sus piernas para facilitarles la masturbación, aunque no sabía porque. La estaban violando, pero le empezaba a gustar lo que le estaban haciendo los barrabravas.


 


Así la tuvieron un rato, sobándola y metiéndole mano por todos lados. Chiquito comenzó a gemir y a penetrarle la boca salvajemente. Yamile Riveros comenzó a marearse con el ir y venir de su cabeza, hasta que de pronto Chiquito se la enterró hasta la garganta y la dejo hay, quieta.


 


-¡aaaahhhh...trágate todo pendeja...aahhhhh!!!...- comenzó a eyacularle dentro de la boca dos tres hasta cuatro descargas de leche en cantidades enormes, Yamile Riveros con tanta leche se atragantaba, pero chiquito no le soltaba la cabeza y ella se veía obligada a tragar como podía semejante cantidad de leche. El semen se le escapaba por la comisura de los labios, hasta que Chiquito saco su verga de la boca de la joven y termino con dos potentes chorros que fueron directo a su cara. La nena quedo arrodillada en el suelo, una cantidad de semen salió de su boca cuando la abrió para respirar.


 


 


 


-¿queres mas nenita?...acá tenes mas lechita!!!...- Los dos a los que ella había estado masturbando se acercaron a agarrándola del pelo, hicieron que mirara sus vergas. Se masturbaron y comenzaron a acabarle en la cara con potentes chorros. Su cara y su pelo comenzaron a chorrear semen que iba a caer sobre sus hombros o sus pechos. La obligaron a abrir la boca y unos chorros fueron a parar a su garganta, ella tragaba como podía, la cantidad de semen era impresionante. Su cara quedo bañada en semen, casi no podía ver, y su pelo mojado por la transpiración ahora estaba enbardunado con semen.


 


Chiquito la miraba masturbándose, tenía la verga todavía dura e imponente, al igual que los demás, todos tenían sus vergas fuera de los pantalones y todas eran enormes.


 


 


 


-prepárate pendeja...ahora viene lo mejor...- Le dijeron, pero Yamile Riveros estaba tan cansada que ni escucho, solo sintió que la empujaba y ella caía de espaldas al suelo. Ella seguía tragando el semen que le quedaba en la boca, trataba de sacarse el gusto a aquello. Había olvidado que estaba haciendo, se sentía perdida. Chiquito se había puesto entre sus piernas y se disponía a perforarla. Otros dos mientras la magreaban los pechos y no paraban de insultarla "Putita, en el pueblo te sentías omnipotente, intocable ahora te vamos a reventar pendeja divina". Yamile Riveros en un instante recordó lo que le estaban haciendo y intento moverse, pero se sentia tan cansada que no se noto su resistencia.


 


 


 


-noo...nooo...- Llego a balbucear, pero nadie le hizo caso. Chiquito la había agarrado de la cintura y levantándosela un poco, acomodo la punta de su enorme verga en la entrada de la vagina de la adolescente. La nena seguía intentando moverse sin ningún resultado, cuando de repente se paralizó, su cuerpo se combó y su cintura quedo totalmente arqueada, dio un gran grito, Chiquito se la acababa de enchufar entera sin piedad.


 


AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH!!!...- La verga de chiquito era mucho mas grande que la del gordo, y ella sentía ya mucho placer al tener semejante pedazo de carne atravesándola sin piedad. Chiquito la tenía agarrada de las nalgas y la Cogia rápidamente, los pechos de Yamile Riveros se bamboleaban para todos lados con las embestidas. Sentía su espalda ir y venir contra el suelo y sentía como esa verga la llenaba totalmente.


 


 


 


-¡hhaaaa!...¡haaaa!..¡hhaaa!!!..-comenzó a gemir Yamile Riveros. Mientras la Cogian sin piedad, Chiquito recorría su cuerpo transpirado, tocaba y masajeaba sus pechos brillantes de sudor y semen, los recorría en todo su contorno. Los demás miraban el espectáculo y meneaban sus vergas, esperando su turno.


 


Chiquito se sentó al un lado de Yamile Riveros y agarrándola la sentó sobre él, clavándole toda su verga en la conchita dilatadísima de la hermosa joven.


 


-mmmmhaaaaaaa TODAAAAA....-Jadeo Yamile Riveros al sentirse nuevamente penetrada. Chiquito al ver que la nena no reaccionaba, la agarro de las nalgas y la obligo a cabalgar sobre él, haciendo que sus tetazas se balancearan sobre su cara. Chiquito comenzó a chuparlos mientras la hacia bajar y subir por su verga.


 


Yamile Riveros estaba como hipnotizada de placer. Un negro se puso delante de ella y la colegiala sin dudarlo agarro su verga y se la metió en la boca. Comenzó a mamarla con desenfreno, se la sacaba de la boca y lo pajeaba con sus dos manos mientras recorría con su lengua todo el contorno de la verga. Luego se la volvía a meter en la boca y seguía mamando como una experta. El negro jadeaba de placer, aquello era la gloria, una nena con un cuerpazo infernal se la estaba chupando como una puta de lujo.


 


 


 


Entonces el rostro de Yamile Riveros se torció, sacó la verga de su boca y la apretó con sus manos fuertemente, y dio un gemido terrible, como nunca hasta ahora lo había hecho.


 


-¡AAAAAAUUUUUUUGGGGGGGGGHHHH!!!!!...- Chiquito estaba bajo de ella, y por cómo le temblaba el cuerpo a ella, y los esfuerzos que hacía él por meterle su verga entera por completo como se dice una verdadera culeada.


 


-¡aahhh!...¡aahh!..¡aahhh!!!...-Yamile Riveros seguía aferrada al pene del negro con todas sus fuerzas, Chiquito empezaba a taladrarla, adentro y afuera si piedad. La tenia agarrada de la cintura y las estocadas hacían vibrar los cachetes de la cola de la joven.


 


 


 


-aahhh...aaahhh...aaahhh...-Después de un rato, Yamile Riveros había cambiado la cara, ahora su cara era de increíble placer, jadeaba como una perra en celo, estaba sudando y movía sus caderas acompañando las estocadas de Chiquito. Comenzó a masturbar la verga del negro con sus dos manitas instintivamente, para luego comenzar a succionarla como si le fuese la vida en ello.


 


-mira cómo goza la putita..- Dijo el grandote mientras la culeaba a la vez que estiraba sus manos y masajeaba los pechos de Yamile Riveros. El negro no pudo aguantar más y de su rabo negro salieron varios chorros de blanco néctar acabo en su boca, pero la colegiala en vez de rechazarlo, se lo tragó todo, succionando el pene del negro hasta sacarle la última gota, y al final terminó relamiéndose.


 


-aaahhhh...aaahhhh...aaaahhhh...- Ahora Yamile Riveros se movía al compás según Chiquito se la daba por la concha. Otro se puso delante de ella y la nena ya fuera de si, agarro la verga y comenzó a chupársela, se la sacaba de la boca y se la pajeaba de tal manera que al rato la hacía estallar. Acabándole en su cara, que chorreaba semen por todos lados. Otro ocupaba su lugar y Yamile Riveros hacia el mismo trabajo, la chupaba desaforadamente. Los que ya habían acabado, la tenía otra vez completamente duras y empalmadas al ver como la nena inocente estaba totalmente en celo.


 


-mmm...mmm..¡MMMMMMMM leche quiero mas leche!!!!...- Yamile Riveros tenía orgasmos a cada rato, mientras ella seguía aceptando la verga de Chiquito, que taladraba desde abajo sin piedad. En un momento dado la nena quedo arrodillada sobre el cuerpo de Chiquito chupando la verga de un negro, que se la saco de la boca y lo comenzó a pajear para hacerlo acabar en sus tetas.


 


 


 


-mmm..mmmm...mmmm..-Yamile Riveros meneando sus caderas como una loca sobre la verga de Chiquito, se dedicado a mamar vergas como si fueran un manjar. Se la chupaba a uno y masturbaba a otros dos con sus manos, chupaba tres vergas alternativamente como desaforada. Los hizo acabar a todos en su boca, en su cara o en su cuerpo.


 


Luego quedo ella ensartada jadeando, relamiéndose el semen que chorreaba de su boca y todo su cuerpo. Los demás la miraban asombrados, no podían creer que esa nena que tan recatada y decente parecía en el pueblo ahora se aguantara tanta verga por todos sus agujeros. Chiquito la tenía dura, al igual que todos los demás, faltaba poco para que termine el viaje y tenían que aprovechar el tiempo que quedaba.


 


-aaahh...aahh..Aahh. ASIII PUTOOOO DAMELA DAMELA MENDIGOOOOO DAME ESA VERGA PENDEJOOOO..- Yamile Riveros comenzó a maldecir y decir palabras que solamente las decía cuando estaba en autentico goze sexual, comenzó a gemir dulcemente, estaba tan perforada que la enorme verga de Chiquito se deslizaba perfectamente en su concha mojada de jugos y semen. Al momento otro de los de la banda se puso detrás, la abrió los cachetes de la cola y se la metió de un empujón.


 


-mmmmmaaaaaahhhhhhh....-Yamile Riveros gemía largamente al sentirlo, la verga se había deslizado perfectamente por su ano sin causarle ningún dolor. Los dos tipos comenzaron a moverse acompasadamente, penetrando a la nena pueblerina con sus imponentes vergas. Yamile Riveros primero se retorció, pero en un rato siguió balanceándose ahora con las dos vergas en sus agujeros, gozando y jadeando apretada contra esos dos cuerpos mucho más grandes que ella.


 


Sus movimientos eran rítmicos como si toda sus vidas lo hubieran hecho, eran perfecto las estocadas en el culo y concha, Yamile Riveros con sus movimientos manejaba perfecto el ritmo de la cogida.


 


-aaahhhh!...aaahhhh!!...aaaaahhhhh!!!...- Aquello era una locura, la nena jadeaba como pidiendo más, ella resbalaba por la transpiración apretada contra los dos cuerpos, pero las vergas la seguían perforando como pistones que entraban y salían sin piedad, y eso a ella ya no le molestaba.


 


 


 


-aaahhh!!..aaahhhmmm!!!...mmmm!!..-el pibe que fue el responsable de arrastrarla hasta ese lugar se acercó con la verga parada y se la clavó en la boca, y ella agarro la verga con las dos manos para chupársela mejor. El pibe le acariciaba la cabeza mientras Yamile Riveros se la mamaba, como si fuera una perrita a la que estaba recompensando.


 


Otros agarraron sus manos y colocaron sus vergas en ellas, Yamile Riveros los masturbó rápidamente, haciendo bajar y subir sus manitas por ellas. la escena era impresionante, la dulce nena de Pueblo, hasta hace unos momentos inocente, era protagonista de una doble penetración, tenía dos vergas inmensas en su cola y en su concha, chupaba otra con sus labios carnosos y pajeaba a otros dos con sus manos, ya no tenía agujero libre que no estuviera ocupado por alguna verga, ni siquiera en su pueblo los viejos pervertidos pudieron llegar tan lejos.


 


-mmmmm...ASIII DAMEEE PAPIIIIII SIIII PENDEJOOOOOO ASIII ME GUSTA METELOOOO METELLOOO LLENENMEEEEE PENDEJOOOOOOOOOOS...- Los jadeos de Yamile Riveros inundaban el vagón. Así estuvieron culendosela hasta que primero uno reventó en su boca, para después salpicarle la cara de semen. Yamile Riveros sintió como su cola y su vagina se llenaban, estaban acabando dentro suyo, y cuando su culo se desocupaba otro ocupaba su lugar y enterraba la pija en su dilatado ano, se turnaban un rato cada uno, fueron muchas las pijas que probaron su espectacular y redondo culo. Yamile Riveros se recostó contra Chiquito que pudo sentir sus tetazas húmedos y duros en su cara. Los otros dos acabaron en sus manos, salpicando de semen todo su cuerpo.


 


Cuando todos salieron de ella, Yamile Riveros cayó a un lado como desmayada, de placer y de cansancio por el enorme esfuerzo que había hecho. Quedo boca arriba en el piso del furgón jadeando suavemente, con la respiración agitada y tratando de tragar el semen que le quedaba en la boca.


 


-¡mierda pendeja, como quedaste!..- El gordo barra había entrado al furgón y la miraba sonriente. Yamile Riveros estaba en un estado deplorable, estaba totalmente transpirada y bañada en semen, tirada en el suelo como una muñeca.


 


 


 


-antes de bajarnos un último polvo, eh piba? Mira que fue mucho el tiempo que espere para tenerte, ahora voy a aprovecharte, y cuando regreses al pueblo vas a decirle al inútil de tu novio que lo dejas porque ahora estas saliendo conmigo, desde ahora somos novios escuchaste pendeja..- Yamile Riveros se quiso negar pero no pudo ni reaccionar. El Gori la agarro y la levanto, la coloco contra la pared y la nena se recostó contra esta cansada, sus piernas flaqueaban, no podía mantenerse parada.


 


 


 


-Putita!.. Como me calentas...- Le dijo el Gori recostándose contra su espalda y refregándole su bulto contra la cola de la colegiala.


 


-¡estas tetasas me vuelven loco!...-Le decía mientras le masajeaba las perfectas tetas, al gordo barra no le alcanzaban las manos. Se abrió el pantalón y se lo bajo hasta los tobillos junto con su ropa interior. El mástil que tenía como pene apuntaba directamente al culo de la adolescente. La inclino un poco haciendo que Yamile Riveros sacase la cola y la dejara paradita, la vista de la cola era infernal. El gordo le acariciaba la cola con su verga, la joven comenzaba a respirar fuerte y a jadear, el sucio la estaba excitando nuevamente.


 


no.. por favor...no...- Balbuceo Yamile Riveros, pero el Gori le abrió las piernas y se la metió en el culo como un desesperado. La hermosa colegiala arqueo la espalda, no de dolor, sino de placer.


 


 


 


-aaaaaahhhhhhhhh....-Jadeo cuando la tuvo totalmente adentro. En un instante el gordo la agarro bien fuerte de las caderas y empezó el mete saca. La perforaba como si fuera lo último que haría en la vida, Yamile Riveros sentía la barriga del Gori golpeándole la espalda, y como la verga se deslizaba perfectamente en su ano provocándole un placer indescriptible.


 


 


 


-haaaa...haaaa..Haaa..HaaaaASIII PUTOOO ASIIII GORDO DAMELAAAA POR EL OJETEEEE DAMELLLA GORDO PUTOOOO...-Los jadeos de Yamile Riveros calentaban a cualquiera, por lo que todos los presentes comenzaron a masturbarse mirando como el jefe se la culeaba.


 


-¡como tenes la cola pendeja!..¡estas reabierta!..-Le decía el gordo barra a la vez que la embestía mas fuerte. ¡plop! ¡plop! ¡plop! se escuchaba al chocar el vientre del Gori contra la cola de Yamile Riveros. El gordo la agarro de las tetas y empujo más y más hasta llegar a metérsela entera hasta el fondo. La nena no podía parar de jadear.


 


 


 


El Jefe barrra bombeaba esa tremendo cola con todas sus fuerzas mientras disfrutaba de dos impresionantes globos de carne. Yamile Riveros, que tenia la cara recostada contra la pared, se incorporó paso sus manos hacia atrás, agarrándose el cuello del Gori para no caerse. Con una mano el tipo la agarraba de una de sus tetasas mientras con la otra exploraba todo el cuerpo de la adolescente a la vez le daba por el culo.


 


 


 


-aaahhh....aaahhh!!...aaahhhhh!!!!....-La cola bien firme de Yamile Riveros vibraba a cada estocada. El gordo barra con una mano exploraba su vagina y le metía dos dedos, la sentía mojada y a punto de acabar.


 


-haaa!!!...¡aaaahhhh!!!!....¡aaaaaaahhhhhhENTIERRAMEEEE LA PIJAAA EN EL CULOOOOO!!!!!...-Yamile Riveros estaba por acabar al igual que el Gori. Los gemidos de placer hacían que los demás se despellejaran las vergas con sus manos.


 


-¡aaahhh, toma pendeja!!!...- El gordo barra le llenaba la cola de leche, casi le arranca las tetas mientras acababa. Yamile Riveros no paraba de jadear, su orgasmo era increíble. Su cuerpo convulsionaba mientras sentía como el torrente de leche la estaba llenando. Ella seguía agarrando al gordo hasta que terminaron de acabar. Cuando se la saco, Yamile Riveros se recostó contra la pared, noto como le quedaban las piernas temblando de la tremenda acabada.


 


 


 


Luego cayo rendida al suelo boca arriba, y los que se había estado masturbando, se colocaron en círculo alrededor de ella y comenzaron a bañarla en leche, Yamile Riveros sentía los chorros y abría la boca tratando de tragar lo que podía. Si antes estaba bañada en semen, ahora su cuerpo estaba completamente blanco de esperma. Yamile Riveros no supo nada mas, cayo dormida de cansancio y no supo que paso después, solo escucho "te mereces un premio pendeja", antes de dormirse en el suelo.


 


Se despertó completamente vestida en un asiento de la estación de trenes. Eran alrededor de las diez de la noche en el reloj de la estación. Había gente en el andén, pensó que todo había sido un sueño, un sueño muy real, porque se sentía totalmente dolorida. Se dio cuenta de que nada había sido un sueño cuando noto que tenía puesta una camiseta de fútbol, la misma camiseta que tenían la mayoría de los hombres que la habían violado, abrió su mochila para ver si no le faltaba algo, estaba todo y encontró envuelto en papel de diario 15.000 pesos, que los barras habían juntado entre todos, y recordó esas últimas palabras antes de desmayarse en el vagón…TE MERECES UN PREMIO.


 


 


 


Llego sin problemas a la casa de don Benito donde ella se refugiaría hasta encontrar un trabajo, algo que lograria más adelante en la carnicería de los pervertidos y abusadores hermanos dueños del local, como escusa por la hora Yamile Riveros le dijo a su abuelo postizo que había una demora en el tren y que por eso había llegado tarde, y que estaba muy cansada y que por la mañana hablarían. Cuando se acostó cansadísima, no pudo Yamile Riveros que se le dibuje una sonrisa en la cara, a pesar que le dolía todo el cuerpo y que la habían violado, no la había pasado tan mal, además tenía dinero suficiente para todo un mes obsequio de los muchachos barrabravas.


-- Buenas noches señor… saludo la nena demostrando la atenta educación con la que había sido instruida, en cambio al viejo se le hacía agua la boca al escuchar tan dulce voz… hasta que trajiste una amiga a la casa, zorrita… Yamile Riveros se sorprendió por la manera tan vulgar y soez en que aquel señor se dirigió a su propia hija


Buen dias para todos los lectores de TODORELATOS. Para los nostalgicos de Yamile Riveros aqui un breve recuerdo de sus aventuras, si quieren mas solo comenten. Gracias


 


Las horas ya habían transcurrido y en   el cuartucho el cojo Juan se encontraba resoplando satisfecho por la follada   que le había dado a una ya inconsciente Yamile Riveros, ya había pasado mucho rato   que había perdido el conocimiento presa del placer forzado al cual había sido   sometida.


 


Verónica la única testigo de lo   acontecido ya se había retirado a una distancia prudencial, esperando atenta   que es lo que pasaría, se encontraba muy nerviosa pero no de los comunes   nervios si no de esos que son por las ansias de querer experimentar lo mismo,   estaba curiosa y excitada por todo lo visto, jamás pensó que el sexo con   viejos horribles y asquerosos le fuese a gustar tanto.


 


En su cabeza rondaba la envidia por   todo lo que le hicieron a la nena, todavía podía oír en su mente los   maravillosos y melodiosos gemidos que resonaron de la deliciosa boca de   Yamile Riveros, sin lugar a dudas fue lo más erótico, excitante y morboso que había   visto en toda su corta vida.


 


El cojo ya se encontraba parado   encendiéndose un cigarro, podía contemplar el maravilloso cuerpo de la nena   sobre su sucia y maloliente cama, restos de su asqueroso semen se secaban   sobre los majestuosos pechos de Yamile Riveros que a su vez le daban un brillo   espectacular, su vientre plano también habían sido mancillados por las sucias   secreciones del cojo sin dejar de mencionar las portentosas nalgas que fue   donde el cojo derramo su última corrida.


 


En total fueron tres veces que se   corrió sobre el cuerpo de la nena y todas sus embestidas fueron por el   apretado ano de la colegiala, el cojo no se atrYamile Riverosó a penetrarla por la   panocha, sentía temor de preñarla también a ella pero al verla en la cama le   venían a la mente todo lo que había gozado y su asquerosa verga comenzó a   levantarse de su descanso, se puso a pensar con lujuriosa demencia si se   decidía en que su verga prueben de las apretadas paredes vaginales de la   nena.


 


-- mmm que mierda, si la preño todos   sabrán que fui yo je je… se dijo así mismo el despreciable y deforme viejo   pensando que sería considerado un Dios cuando se enteren que preño a Claudia   y Yamile Riveros dos de las mas deseadas colegialas del plantel.


 


En ese mismo instante el maestro Tulio   estaba reunido con algunos profesores todos acompañados de sus esposas se   encontraban brindando con el Director, cuando le llega una queja por parte de   una de las acompañantes de que los baños eran un asco, el Director se molesto   mucho y pidiendo disculpas pregunto por el cojo, no lo había visto en todo el   día y su labor o deber era mantener la escuela en perfecto estado de limpieza   y mucho mas ese día que era de celebración general.


 


Su molestia aumento al escuchar que no   lo encontraban por ningún lado y muy enfurecido se dispuso en ir a su   precario habitáculo donde seguro estaría durmiendo descaradamente dejando de   lado sus obligaciones, fue en ese momento que Tulio le interrumpió diciéndole   que el mismo le llamaría, que no se molestara en abandonar la reunión a lo   que algo muy molesto el Director acepto.


 


Tulio fue muy hábil al hacer eso, pues   si el director lo encontraba al cojo en plena faena si que tendrían problemas   y no es que el Director sea un ejemplo de autoridad y buenas costumbres pues   al igual que ellos también era un viejo verde, lujurioso por las jovencitas   pero hasta ahora nunca había chocado con las colegialas de su plantel, lo que   en realidad le preocupaba a Tulio es que encontrara a su sobrino tirado en el   piso, aquel muchacho problemático era su protegido y no perdonaría lo que le   habían hecho.


 


El cojo quien ya se disponía a darle   rienda suelta a sus deseos y lujuria contesto algo molesto el teléfono oyendo   la voz de su cómplice... – Oye cerdo asqueroso, ven para aquí inmediatamente   que el director te necesita… -- no manches Tulio, estoy que la paso bien   aquí… -- oye idiota quieres que el viejo vaya a buscarte… el cojo lo pensó   bien dejando de lado sus intenciones de cogerse nuevamente a la nena -- mmm   ya voy wey, déjame arreglar aquí…


 


El cojo no tuvo más que dejar aquel   delicioso banquete e ir de inmediato a cumplir con los requerimientos del   viejo Director, para eso cerro su puerta con un viejo candado, dejando   encerrada a la nena junto al mozalbete de Víctor. Con toda la incomodidad que   su físico le daba iba a toda prisa trastrabillando por el precario camino   siendo visto por una ya cansada y aburrida Verónica quien ya veía de lejos al   viejo en dirección a las aulas.


 


En ese momento no sabía que hacer,   tenia cierto temor de que el viejo regresara rápido, con mucha precaución fue   tras el cojo y al comprobar que tendría para rato en sus labores con toda   prisa fue en dirección al cuartucho, en aquel lugar Yamile Riveros y Victor no daban   muestras de querer levantarse inconscientes y victimas de dos viejos zorros,   para ese momento solo se oían los jalones que le daba Verónica a la puerta   tratando de abrirla, pero el candado era muy seguro.


 


Fueron como diez minutos en los que   lucho para abrirla y con lo vieja que era la madera de la puerta fue que   cedió permitiéndole el paso a la chiquilla, Verónica se llevo una mano a la   boca al sentir el desagradable hedor a transpiración que se sentía en el   cuartucho, encendió la tenue luz del cuarto y pudo ver a la sensual Yamile Riveros   tirada en la cama completamente desnuda.


 


Veía estupefacta y con algo de asco   los restos de semen secándose sobre su cuerpo, pero muy a pesar de eso le   parecía maravilloso y excitante, no podía creer como una bella jovencita, la   más deseada por toda la escuela había sido gozada por el más repugnante y   desagradable sujeto que podría existir, arrodillándose en el piso se acerco   hacia el rostro de Yamile Riveros viendo de cerca esos carnosos y rosados labios, a   la mente se le venía el momento como estos se apoderaban del miembro del   cojo, como habían recorrido toda la superficie venosa de esa apestosa pero   considerable verga, en ese momento se le hacía agua la boca en una hambrienta   sensación de envidia.


 


Su vista siguió con el recorrido del   mancillado cuerpo de la nena para quedarse viendo las redondas chichotas,   estaban enrojecidas, con leves marcas de mordidas y las manchas de las sucias   manos sudorosas del cojo y con restos húmedos del semen de este,   instintivamente se acerco hacia ellos para percibir el olor que tenían, no   entendía que le pasaba, se estaba sintiendo atraída nuevamente por el hermoso   cuerpo de Yamile Riveros, dio media vuelta algo contrariada y pudo divisar frente a   ella la cámara del maestro Tulio.


 


Con toda la curiosidad que tenia se   acerco hacia ella encendiéndola para rYamile Riverossar su contenido, los ojos casi se   le salen al ver que toda la escena que había visto estaba grabada, con eso ya   no tendría que recordar las excitantes escenas de la cual fue testigo, si no   podría verlas cuando le diese la gana. Estaba a punto de irse cuando volteo a   ver a la nena, sintió compasión por ella, después de todo era una mujer como   ella y además la habían sometido cobardemente con drogas, se acerco   rápidamente para tratar de despertarla.


 


-- Yamile Riveros… Yamile Riveros despierta… despierta   Yamile Riveros!!!!... pero era inútil, solo recibía cortos gemidos de sueño por parte   de ella, que hago!! Se decía, de verdad quería ayudarla pero se encontraba   nerviosa de que regresaran los dos viejos y la encuentren, pero los extraños   sentimientos que le tenía a la nena le dieron valor para ayudarla y tomando   una de las botellas de agua se la empezó a rociar en el rostro.


 


Aquello logro despertar en algo a   Yamile Riveros quien abriendo los ojos no entendía lo que pasaba, solo pudo reconocer   el rostro de Verónica. –Verito… que pasa…donde es-estoy… -- cállate estúpida   y vámonos de aquí… Vero ya un poco más tranquila solo encontró las sandalias   y el corto vestido de la nena pero nada más y ayudándole a ponérsela a toda   prisa la ayudo a salir de aquel lugar dejando abandonado a Victor.


 


Yamile Riveros iba apoyada sobre Verónica   quien con mucho esfuerzo la llevaba, tendría que buscar la manera de sacarla   de la escuela sin que se diesen cuenta los maestros y el único camino era   entre la multitud de escolares que bailaban al unisonó por la estruendosa   música de las bandas que tocaban, muchos de ellos miraban extrañados el   estado en la que se encontraba la nena y no entendían la razón de estar   acompañada por una de las alumnas mas rebeldes y de peor reputación de la   escuela.


 


-- Hey Vero… que le pasa a Yamile Riveros… le   decían algunos compañeros algo preocupados y otros excitados por el sexy   vestido que le marcaban todo su deseado cuerpo… -- Eh no nada.. solo se le   paso las copas un poco ja ja… contestaba algo apurada y esquiva, la intención   de Verónica era llevársela a su casa hasta que se recupere, por una extraña   razón sentía lastima por ella y quería ayudarla, muy aparte de que olía muy   mal por el contacto del asqueroso sudor del cojo y era verdad, el cuerpo de   Yamile Riveros se encontraba con los olores del semen del cojo, el asqueroso sudor   que se mezclo con la suya y los restos de apestosa saliva por las tantas   lamidas y mordidas que le habían dado.


 


Por suerte la casa de Verónica quedaba   a una calle de la escuela a la cual llegaron rápidamente, no había nadie en   casa de ella puesto que su alcohólico Padre siempre paraba en el bar y su   madre ejerciendo el oficio más antiguo del mundo, ni bien entraron la llevo a   su habitación, Yamile Riveros aun se sentía algo mareada no entendiendo lo que pasaba…   -- que hacemos aquí vero… -- Cállate y ven aquí,… casi a los jalones la llevo   hacia la ducha quitándole fácilmente el vestido y empujándola hacia la   regadera, cuando los fríos chorros de agua comenzaron a caer sobre su cuerpo   Yamile Riveros abrió la boca algo desesperada pero sin reaccionar a quitarse las   sucias manchas que difícilmente el agua sola no podrían quitar.


 


Verónica miraba excitada como Yamile Riveros   lucia sensual con el cuerpo mojado aumentando su excitación y envidia al ver   ese perfecto cuerpo, sin darse cuenta comenzó a despojarse de sus ropas   quedándose solo con su pequeña tanga, se metió junto con Yamile Riveros a la ducha y   tomando una esponja enjabonada comenzó a pasarle por todas las áreas   mancilladas por el cojo, podía sentir claramente la suavidad de la piel de la   nena, era para envidiarla, sin darse cuenta su otra mano se apodero de uno de   los pechos notando su suavidad y dureza, la volteo contra la pared y la   enjabono las duras y redondas nalgas notando las huellas de las furibundas   nalgadas y mordidas que el cojo le dio.


 


Miraba con ojos de envidia y de   enamorada aquel perfecto y castigado trasero, ya no podía mas con lo que   veía, sentía que la panocha le hervía con tan solo observar y tocar de   aquellos tentadores encantos, ahora entendía porque la desesperación de la   mayoría de chicos por ella, si ella misma se calentaba con mayor razón los   demás, aquella adolescente había sido enviada a este mundo para satisfacer   tanto a hombres como a mujeres, nuevamente la puso de frente viendo como ella   seguía algo dócil y aturdida con los ojos entrecerrados tratando de   reaccionar, no pudiendo mas acerco sus labios hacia los duros pezones y les   dio una ligera succión provocando la reacción de Yamile Riveros.


 


-- ehh que pa-pasa… -- nada!!! ya casi   acabamos… contesto algo nerviosa Verónica quien no podía creer haberse   atrYamile Riverosdo a probar de aquel apetitoso pezón, su lado bisexual afloraba cada   vez mas pero solo con ella, por alguna razón el corazón se le aceleraba al   verla y mucho mas ahora al sentirla, tenia al frente esos carnosos labios por   los cuales muchos soñaban con besar, ella ya no podía mas, se sentía   demasiado tentada con frotar sus labios con las de ella, de sentir por   primera vez la delicada sensación de besar a una mujer.


 


Cada vez acercaba sus labios junto con   los de ella pero en ese instante y gracias al agua fría Yamile Riveros ya se   encontraba más consciente de lo que pasaba y la detuvo empujándola hacia   atrás – pe-pero que pasa, que ha-hago aquí… reacciono la nena tapándose sus   turgentes chichotas sorprendida al ver a Verónica también desnuda y   duchándose con ella.


 


Verónica algo contrariada pero   recobrando su carácter hostil y dominante le tomo de los cabellos con fiereza   – que te dije estúpida, te dije que te alejaras de Victor oh no… Yamile Riveros no   recordaba nada, estaba perdida tratando de entender a que se refería la   rebelde chiquilla, sentía miedo al tener a la iracunda y peligrosa chiquilla   frente a ella… -- no, no se a que te re-refieres, no re-recuerdo nada…   Verónica reía por dentro pero a su vez sus pequeños pero apetecibles pechos   se erectaban recordando la tremenda culeada que le dieron.


 


-- ah no recuerdas, te hare recordar   estúpida, has estado cogiendo con Victor toda la tarde y en la casucha del   asqueroso conserje… Yamile Riveros abrió grandes sus lindos ojos verdes, las lagrimas   le comenzaron a salir de inmediato, no podía creer lo que Verónica le decía y   con el alma destrozada cayó de rodillas llorando por lo que le decía --   --NO!!! No puede ser nooooo, dime que no es ci-cierto nooo…


 


A pesar de que Verónica era malvada se   le partía el corazón al verla, tenía ganas de abrazarla, de besarla y   consolarla, no entendía lo que sentía, hasta hace poco la odiaba y le caía   mal por ser una chica fresa y consentida por los maestros pero ahora no,   verla arrodillada llorando desconsolada hizo que naciera en ella un extraño   sentimiento por Yamile Riveros o quizás era amor pensaba.


 


-- Ey tranquila Yamile Riveros, la verdad no   estoy segura solo te vi desnuda en la cama, pero el idiota de Victor también   estaba desmayado, tal vez tomo lo mismo que tu y no te hizo nada… Yamile Riveros   levanto su triste y llorosa mirada esperanzada en que eso fuese cierto… –   estas se-segura… -- Creo que si, por eso te saque de allí, otros podrían   haberse aprovechado si te encontraban así… decía algo cínica recordando con   profunda excitación todo lo que le hicieron, en cambio la nena se levanto y   con mucho alivio abrazo a Verónica en una muestra de total agradecimiento.


 


Aquel abrazo la tomo por sorpresa,   sintiendo los turgentes pechos de la nena aplastar a los suyos respirando de   esa suave y húmeda piel, rápidamente llevo sus manos hacia su espalda   acariciándola en una clara muestra de consolarla, pero en realidad estaba   excitada al contacto corporal con ella, -- gracias Vero, no sabré como   pagártelo nunca… -- Bueno, tu solo aléjate de Victor y me harás mis tareas   ok, ahora vístete y vete a tu casa…


 


Hasta ese momento fue que Yamile Riveros se   dio nuevamente cuenta de que estaba desnuda junto a ella y muy sonrojada tomo   una toalla cubriendo su cuerpo, minutos después Yamile Riveros se ponía su vestido   extrañada mirando para todos lados en busca de su pequeña prenda intima,   Verónica al darse cuenta con burla le dijo que no lo encontró y que si quería   le podía prestar uno de ella, la nena quien era amante de la limpieza y el   aseo personal entendía muy bien que aquellas prendas no se deben compartir   para Yamile Riveros cualquier contagio y decidió irse así nomas.


 


Nuevamente Yamile Riveros se veía espectacular   con tan sexy y escotado vestido, la noche ya había llegado y hacia un poco de   viento, a lo que Verónica le prestó una chamarra de cuero negro que se le   ajusto a su cuerpo quedando el vestido como una pequeña minifalda roja que la   hacían ver mucho más sensual, ambas chicas se disponían a salir a la calle   cuando se encuentran con el papa de Verónica, un viejo de unos 57 años, de pelo   corto entrecano alto de 1.82 cm, panzón y con un rostro de sádico y haragán   con una corta barba sin afeitar, demás está decir la cara que puso al ver a   la deliciosa Yamile Riveros, ni la borrachera que tenia le impedía notar


 


a la despampanante chiquilla que se encontraba   en su precaria casa.


 


-- Buenas noches señor… saludo la nena   demostrando la atenta educación con la que había sido instruida, en cambio al   viejo se le hacía agua la boca al escuchar tan dulce voz… hasta que trajiste   una amiga a la casa, zorrita… Yamile Riveros se sorprendió por la manera tan vulgar y   soez en que aquel señor se dirigió a su propia hija… -- y como te llamas   muchachita preciosa… le pregunto con ojos desorbitados a una nerviosa nena…   -- E-Yamile Riveros señor, mucho gusto… el papa de verónica le daba un sorbo largo a   su botella de cerveza Corona sin dejar de ver de pies a cabeza a la tímida   colegiala… -- pero que bonito nombre… yo soy Manolo a tus ordenes para todo   lo que desees preciosa… le dijo extendiéndole la mano a lo cual algo   contrariada pero sonriente Yamile Riveros también le ofreció.


 


Verónica pudo ver como su padre le   besaba la mano con un ruidoso y exagerado beso, Yamile Riveros abrió la boca algo   sorprendida pero con agrado ante tal atento y cordial saludo siendo esto   tomado con celos por Verónica a lo cual decidió interrumpir… -- bueno ya nos   vamos, apúrate Yamile Riveros… lo cual molesto a Manolo quien arrugando la frente   increpo soezmente a su hija… -- que te pasa zorra… no ves que estamos   conociéndonos… la nena se puso más nerviosa al escuchar el maltrato con la   que se dirigía a su propia hija.


 


Don Manolo era un tipo de lo peor, el   cual siempre había sido un machista y vividor obligando a su mujer a   prostituirse ante sus negativas de ser el mismo quien suministrara de los   recursos necesarios para su familia, era tanta su inmoralidad que hasta a su   propia hija la presionaba también para que trabajara con su mama, era por eso   la conducta rebelde, defensiva y agresiva de Verónica.


 


Verónica apuro el paso a Yamile Riveros   dirigiéndose hacia la salida de la casa sintiendo la nena como el viejo   borracho le agarro ligeramente una de sus nalgas sobresaltándola... – No la   molestes maldito!!! Le dijo una muy mortificada Verónica cerrando la puerta   con fuerza escuchando desde adentro como el viejo la insultaba llamándola   putita, perrita y zorra.


 


Yamile Riveros no dijo nada sintiendo lastima   por lo que padecía Verónica quien la acompañaría hasta el paradero de   autobuses, en el trayecto algunos chicos vagos y callejeros piropeaban a   Yamile Riveros al verla con su caminar cadencioso y su sensual movimiento de trasero…   – puedes dejar de mover el culo, mira lo que provocas… la nena algo   ruborizada agacho la cabeza inocente de lo que le reclamaba pues ese sensual   andar era natural en ella.


 


Una vez que llego el autobús se   despidió de una fría y molesta Verónica subiéndose en el acto, la nena avanzo   hasta atrás buscando un asiento solitario pero todos estaban ocupados solo   quedaban libres los de dos asientos y como en el medio estaba un grupo de   chicos y unas cuantas señoras se fue hasta el asiento de atrás para tratar de   cavilar todo lo que aun no recordaba, por mas esfuerzo que hacía no lograba   dilucidar lo que le paso, su última imagen era la de Victor Yamile Riverostando que el   maestro Tulio la acosara.


 


Pero muy en el fondo sabia que algo le   había ocurrido, su exuberante cuerpo como burlándose de ella le comunicaba a   su cerebro de que había sido usado y saciado, ella misma se daba cuenta   porque sentía sus pezones irritados al contacto con la tela del vestido y   sumado al escozor que sentía en su ano le daba a entender de que en ese   momento que no recordaba alguien se había aprovechado de ella, con total   tristeza y profunda angustia se lamentaba que le hayan hecho eso, que   estúpida era al haber confiado en ese vago maldito del Victor.


 


La nena recostaba su cabeza en la fría   ventana observando las calles con esos preocupantes pensamientos cuando   siente que alguien se sienta a su lado, pudo sentir un olor a transpiración,   alcohol y a cigarro barato terrible y girándose para ver a su inoportuno   acompañante de viaje se encontró con un tipo desagradable, un borracho de   unos 40 años, delgado casi como enfermizo, muy ojeroso con un bigote corto   pero tupido, llevaba una sudorosa camiseta negra despintada y unos pantalones   vaqueros también rasgados por lo viejo, al ver que este la observo con una   descarada y escalofriante sonrisa la nena se atemorizo.


 


-- ho-hola muñeca, un gusto compartir   asiento contigo… le dijo el asqueroso tipo acercando su cara sintiendo ella   el tufo a alcohol y su desagradable transpiración, Yamile Riveros estaba asustada   observo hacia adelante y ya algunos se habían bajado, pudo ver un asiento   adelante y pidiendo permiso se dispuso a retirarse pero este no se lo   permitió… -- ósea, te saludo con respeto y tú me haces el desplante… -- no…   no señor disculpe… solo qui-quiero sentarme adelante…


 


El asqueroso tipo pudo notar el temor   que le infundía a la muy nerviosa chamaca y quiso aprovecharlo y con la más   completa majadería tomándola fuertemente del brazo le hablo con tono   autoritario… -- siéntate carajo… vamos a conocernos tu y yo… de un jalón la   hizo sentarse cayendo sobre el asiento sus par de nalgas asustándola más, la   nena no sabía que hacer, si pedir ayuda o gritar, aquellas dudas eran   aprovechadas por el borracho quien tomándola de la mano se la beso   presentándose… -- me llamo Ramón… a tus or-ordenes preciosa… le dijo con la   típica y acostumbrada voz del que esta ebrio.


 


-- mu-mucho gusto señor… ahora   discúlpeme, me tengo que bajar… él para nada tonto de Ramón notaba que le   mentía y enfureciéndose más la amenazo con una navaja que llevaba en el   bolsillo – oye chamaca mentirosa, tú te quedas aquí conmigo… vamos a   conocernos y veras que la pasaremos muy bien… aquella aclaración fue   acompañada por una mano acariciando su pierna por debajo del corto vestido,   el individuo pudo sentir la deliciosa suavidad de la piel de aquella diosa   enervándole los sentidos al máximo… -- hummm pero que lindas y suaves piernas   tienes muñeca, qui-quieres ser mi novia…


 


Estaba de mas decir la completa   desesperación que tenia Yamile Riveros sentía un miedo terrible tratando de sacar esa   asquerosa y rugosa mano de su pierna pero este le puso el frio metal cerca de   su rostro – tranquila amorcito, no me gustaría arruinar esa hermosa carita de   ángel que tienes… le dijo el despiadado sujeto tratando de darle un beso que   fue rechazado por la nena al sentir el asqueroso aliento que emanaba de su   boca.


 


-- por favor señor… déjeme ir, se lo   ruego… le pedía la inocente Yamile Riveros a aquel sujeto que cada vez subía mas sus   manos por debajo del vestido, la nena apretaba sus piernas impidiéndole el   paso de esa sucia mano pero eso no era la única calamidad que pasaba pues el   sujeto le abrió el cierre de la chamarra dejándole ver el escote en donde se   encontraban ocultas aquel par de hermosas chichotas… -- huy pero que tenemos   aquí, mira estas dos reinas escondidas hummm… el sujeto puso una cara de   absoluta impresión al ver el tamaño de esas apetecibles montañas de carne.


 


Yamile Riveros tragaba saliva presa de la   desesperación se sentía a merced de aquel tipejo y sin la esperanza de que   alguien la salvara y para su mala suerte el bus iba lento debido al tráfico   de la zona ¡¡¡no puede ser, no me puede pasa esto a mi… se decía la pobre   nena pensando que en ningún lugar y en ningún momento podría estar a salvo de   los sádicos y depravados, su cuerpo parecía un imán que atraía esa clase de   tipos.


 


El borracho hundió su rostro encima de   las chichotas de la nena aspirando la fresca fragancia que despedían, acto   que hizo que Yamile Riveros aumentara en desesperación – por favor señor, déjeme, no   me toque… aquel tipejo estaba muy lejos de hacerle caso enajenado con las   deliciosas partes de su joven victima… -- pero que delicia eres chamaca, te   voy a llevar a mi casa y te hare el amor como nadie te lo ha hecho, vas a ser   mi mujer… escuchar las sucias intenciones del tipejo fue de terror para ella   su respiración se volvió más agitada llena de nervios y desesperación.


 


-- no por favor, se lo ruego déjeme ir   por favor, por lo que más quiera… ver esa temerosa pero linda carita era   excitante para Ramón, no aguantando las ganas la tomo por el rostro y le robo   un ruidoso beso en aquellos carnosos labios, Yamile Riveros reacciono con fuerza   echando la cabeza para atrás golpeándose un poco con la ventana, en cambio el   borracho aun sentía en sus resecos labios la deliciosa frescura de los labios   de la nena – pero que rica eres mamacita… dame otro beso mi amor… le dijo el   sujeto acercándose nuevamente a Yamile Riveros quien al tratar de Yamile Riveroslo aflojo las   piernas sintiendo como aquella mano que seguía allí avanzo hasta toparse con   su intima parte vaginal.


 


-- AHH pero mira que putita eres,   andando con la panocha al aire… fue hasta allí que se arrepintió de no haber   aceptado que Verónica le prestara una prenda, claro que tampoco eso hubiese   Yamile Riverostado de las sucias intenciones del sádico sujeto quien con la mayor   lascivia sus sucios dedos comenzaron a escarbar en la deliciosa intimidad de   la nena… -- NO!!! No por favor, qui-quite sus manos de allí noooo… decía la   desesperada chamaca sin siquiera aminorar las sucias intenciones del ebrio   Ramón quien ante el fallido intento de besarla le pasaba sus labios por su   oreja derecha a punto de activar el lado ansioso de placer que siempre   afloraban en ella.


 


El despiadado ebrio quito sus manos de   la panocha de la nena notándolo húmedos por las deliciosas secreciones que   chorreaban en ella, con suma morbosidad se las llevo a la nariz oliendo con   desquiciante agrado el exquisito aroma que tenían… -- hummm pero que   deliciosa eres chamaca, ya verás como en mi casita me tragare todos tus jugos   je je, te voy a dejar seca mi amor, hummm huele de tus jugos… Ramón tomándola   del rostro le acerco sus húmedos dedos para que la nena oliera de su sabor,   Yamile Riveros no podía creer lo bien que olía, era la primera vez que sentía de sus   sabores.


 


Con su bello rostro aun en sus manos Ramón   se acerco a ella estampándole nuevamente un aterrorizante beso a la distraída   Yamile Riveros quien cerraba sus labios para detener a esa invasora lengua que olía   mal y que luchaba por entrar y enredarse con la suya… -- con que te haces la   difícil no pendeja, ahora sabrás quien soy yo… la asustada chamaca entro en   pánico al notarlo molesto y amenazante, Ramón con la navaja en sus manos la   acerco a ella quien se tomo el rostro muerta de miedo momento en el cual este   tomo el vestido rasgando el escote que ocultaban sus chichotas.


 


Pudo ver como aquellos dos majestuosos   melones quedaron a la vista hundiendo su calaverico rostro en ellos, uno a   uno pasaba de pezón en pezón con hambrientas succiones y lamidas que hacían   desesperarse más a la nena quien respiraba agitadamente sintiendo como su   cuerpo comenzaba a reaccionar con aquellas salvajes acometidas tratando   inútilmente con sus delicadas manos alejarlo de sus chichotas – por… por   favor de-dejeme, no si-sigaaa nooo… suplicaba la colegiala con voz baja   tratando de no llamar la atención pues se moriría de pena de que los demás   pasajeros se diesen cuenta.


 


-- hummm preciosa que ricas chichotas   hummm… una mano se fue deslizando por debajo del vestido para nuevamente   comenzar a acariciar aquella poco a poco húmeda intimidad, Yamile Riveros poco a poco   comenzaba a perder el control de su cuerpo aquella pestilente lengua subía de   sus pechos hasta su cuello para nuevamente bajar y mordisquear suavemente de   aquellos erectos pezones, era un intenso ataque que ya no pudo soportar y recostando   su cabeza sobre la ventana comenzó a jadear suavemente pero aun tratando de   controlarse… -- pa-pare, no si-siga por favooor… de-detengaseee aaahhh…


 


Aquel sonido fue excitante para Ramón   quien levantando su rostro y sin dejar de frotarle la panocha la vio con sus   ojos entrecerrados media jadeante, aquello era una imagen única, una hermosa   jovencita con los pechos al aire y haciendo gestos de placer gracias a sus   sucias manos, pudo sentir como de su verga comenzaban a gotear las primeras   gotas del liquido pre seminal… -- Ayy muñequita rica, me tienes a punto de   reventar… la nena no le contestaba, solo se encontraba mordiéndose los labios   tratando de Yamile Riveros gemir fuerte por aquella asquerosa mano que en su panocha   la hacían sentir deliciosas sensaciones a su traicionero cuerpo.


 


Aquello ya era desquiciante para Ramón   y con la mano que le quedaba libre se abrió el cierre del pantalón sacándose   el miembro que se encontraba incomodo en aquel apretado lugar, y tomando a   Yamile Riveros de la cabeza la hizo agacharse en dirección a su verga, en ese momento   Yamile Riveros recobro un poco de cordura pudiendo sentir el desagradable olor que   emanaba del miembro de Ramón, el olor era para vomitar y para su tortura   estaba a unos centímetros de su bello rostro.


 


-- Vamos preciosa… chúpamela, cometela   toda… es para ti… la nena no estaba dispuesto a cumplir con tal pedido,   sentía ganas de vomitar de tan solo imaginarse dentro de su boca aquella   apestosa verga… -- nooo!!! de-dejeme por favor… de-detengaseee… el ebrio y   ruin sujeto no estaba dispuesto a quedarse sin las ganas de que la   adolescente probara de su verga y con toda su fuerza la inclino mas sintiendo   como la punta de su miembro buscaba ingreso por entre los cerrados y carnosos   labios.


 


Tanto era su deseo que apretándole una   buena porción de su sedoso cabello le hizo abrir la boca presa del dolor, fue   allí que la nena sintió como la asquerosa y maloliente verga ingreso dentro   de su fresca boca, el sabor que esta tenia era repugnante, ella trataba de   sacarse o expulsar de su boca aquella intrusa verga haciendo delirar mas a   Ramón al sentir como esta se frotaba dentro de la cavidad bucal y como la   lengua le hacía placenteros masajes en su vano intento por expulsarla… --   AYYY mamazota siiii... sigue así que lo haces bien ahhhh…


 


Yamile Riveros ya no podía mas, el sabor era   asqueroso y con mucho esfuerzo logro sacársela de la boca escupiendo al suelo   completamente asqueada, Ramón la seguía teniendo del cabello dominantemente   con un rostro de satisfacción… -- que rico la chupas… hazlo de nuevo… la nena   lo miro al rostro con signos de asco pero con un rostro de desesperación al   sentir que la gente que iba en el bus se paraban algunos para bajarse y otros   subían para realizar su viaje… -- Por fa-favor señor ya noooo, aquí noooo por   favor… aquella aclaración fue excitante para el borracho quien entendía que   aquella hermosa mujer estaría dispuesta a cumplirle sus deseos pero en un   lugar más privado y con una cara de satisfacción la soltó del cabello…


 


Tomándola de la cintura la sentó sobre   sus piernas espaldas a él poniéndole la navaja en el cuello y con la otra   mano arremetiendo con suaves caricias sobre su deliciosa panocha… -- muy bien   chamaca… te vas a portar bien conmigo o te arrepentirás… niégate ahora mismo   y te rebano el cuello en este instante entendiste… la nena llena de terror   asentía con la cabeza ya sin esperanzas de salvarse de este ruin sujeto quien   guardando la navaja se dedico a magrearle las tetas desesperadamente mientras   que le decía en la oreja que esta noche la haría suya que la iba a llenar de   leche y que pasaría la noche más sabrosa de toda su vida.


 


Ramón ya no aguantaba, tener entre sus   manos a esa maravillosa y deliciosa colegiala dueña de un cuerpo de diosa era   para morirse, sus manos nunca habían tocado una piel tan suave y mucho menos   unos pechos juveniles que a pesar de su edad serian la envidia de cualquier   mujer adulta y Yamile Riveros podía sentir como le llenaba de jugos los dedos del   borracho ante tanta caricia, sus pezones estaban parados al máximo sintiendo   sobre su cuello y oreja las sucias palabras o intenciones que Ramón le decía   que haría.


 


-- Esta bien… ya no aguanto zorrita,   aquí mismo nos bajamos y nos vamos a un motel, te voy a culear hasta que   amanezca mi amor… le dijo el asqueroso borracho acercando su repulsivo rostro   y dándole un beso en los labios, dirigió su mano acariciándole la vagina y subiéndole   el cierre de la chamarra le oculto los expuestos melones… -- ahora si muñeca,   tranquilita nos bajaremos y cuidado con hacer algo estúpido porque te rebano   el cuello… le dijo con un tono malévolo y despiadado.


 


Yamile Riveros quien aun respiraba agitada presa   del miedo se paro junto a él y caminando hacia adelante se disponían a bajar   del autobús, tenía sus lindas mejillas sonrojadas por los forzados estímulos   recibidos, recién se daba cuenta lo que le pasaría, nuevamente a merced de un   sucio abusivo y sin nadie que la ayudara, ya se imaginaba con terror en algún   hotel barato solo de cuatro paredes y un techo con una sucia cama siendo   culeada por aquel horrible hombre que si con ropa se le veía delgadamente   enfermizo desnudo debería ser más horrible aun.


 


Sentía la punta de la navaja en su   cintura cosa que no le daba valor para pedir ayuda, cuando el bus paro se dio   cuenta que estaba a un paradero de su vecindario, Ramón de un ligero empujón   la obligo a bajar y cuando eso ocurría un montón de laberintosos chiquillos   arremetió en el bus desesperados por subir.


 


Yamile Riveros ya fuera del bus pudo ver como   aquella manada de chavos se llevaron para adentro a su desesperado acosador,   rápidamente pensó que al fin la suerte que ya hace mucho la había abandonado   se acordó de ella y comenzó a apurar el paso para escapar de su captor   chocando con un robusto sujeto, al levantar su rostro pudo ver que se trataba   de uno de los pocos policías que custodiaban aquellas calles – hey que te   pasa chiquilla, ten cuidado por donde vas… la dulce Yamile Riveros preocupada por el   borracho volteo hacia atrás para ver si aun la seguía, viendo como este se   volvió a subir al bus atemorizado al verla con un policía.


 


Ramón no podía creer como se le escapo   de sus garras aquel monumento de chiquilla, aun en su borrachera con suma   impotencia se lamentaba que aquella horda de escuincles le malograran la   mejor noche de sexo que pudo haber tenido en toda su miserable vida… --   pinches chamacos de mierda, pero algún día me la volveré a encontrar en este   bus… pensaba muy mortificado volviendo a sentarse en los últimos asientos   donde descaradamente se masturbo desparramando de su blanco y amarillento   semen sobre los asientos.


 


Después de que con sumo alivio vio el   bus alejarse de ella sintiéndose librada de aquel asqueroso sujeto y   disculpándose con el policía Yamile Riveros procedió a caminar con destino a su   vecindario, en aquella peligrosas calles la fauna masculina reconocían el   sensual caminar del objeto más deseado del barrio, el sueño dorado de muchos,   el amor platónico de algunos y la fantasía depravada de todos, cabizbaja iba   meditando el suceso pasado en el bus, no entendía como a pesar de que era   víctima de un depravado su cuerpo reaccionaba a los estímulos que le daban,   ni siquiera prestaba atención a los silbidos y piropos de toda clase que le   decían en su sensual trayecto.


 


Tan distraída en sus confusos   pensamientos no se dio cuenta que un grupo de muchachos drogados y callejeros   se pusieron en su camino – a dónde vas reina tan solita… no quieres   acompañarnos al parque a brindar con nosotros… Yamile Riveros reaccionando se   encontró rodeada por aquellos vagos que con total descaro la miraban de pies   a cabeza asintiendo en lo buenota que estaba – por favor, permítanme el paso…   pedía algo nerviosa y asustada la nena viendo cómo ni se movían un metro.


 


Tan solo oía las risas y los planes   descarados que tenían para ella, eso para la nena ya era demasiado al salir   de un problema y entrar en otro y con total indignación grito como nunca lo   había hecho… -- ¡¡¡ DEJENME EN PAZ!!!! Aquel grito fue tomado con sorna por   aquellos vagos que con risas burlonas le empujaban para todos lados   aprovechado algunos en tocarle el trasero…-- tu vendrás con nosotros   preciosa, ya verás cómo te divertirás… Yamile Riveros nuevamente sentía que se metía   en un problema en el que difícilmente saldría librada cuando en ese momento   todos oyeron el estruendoso ruido de un balazo.


 


Era uno de los matones de Don Lucas   quien merodeando por aquellas calles se había percatado de lo que sucedía –   Haber pendejos dejen pasar a la señorita y pídanle disculpas… al oírle y   reconocerle aquellos cholos vagos agacharon la cabeza permitiéndole el paso a   una asustada Yamile Riveros quien con lentos pasos se alejaba oyendo las disculpas de   aquellos fumones pero lo que más le dolió fue escuchar lo último que dijo el   matón de don Lucas… -- Y recuerden bien pendejos, ella es propiedad de Lucas   Guzmán Loera, que no se vuelva a repetir…


 


Aquella aclaración le dolió en el   alma, nuevamente era salvada por quien la violo sin compasión, de aquel   sujeto que supuestamente con su madre le pusieron los cuernos a su querido   padre, realmente odiaba a Lucas, pues le había robado el último reducto de   pureza que tenia, aquel que con amor le quiso entregar a su querido Rodrigo   pero más importante para ella había sido mantenérselo intacto para Don Pedro,   le asustaba cuando sepa que la perdió. Aquel viejo la tenía en sus manos,   tenía pruebas que le arruinarían la vida y su inmaculada reputación y así   acongojada se fue en dirección a su casa.


Nuevamente el gordo Anselmo comenzó a refregarle la verga en las nalgotas de Yamile Riveros aplastándola contra la pared en donde sus redondas chichotas también se aplastaban como gelatina soportando la presión del Obeso.


Nuevamente Yamile Riveros se veía espectacular con tan sexy y escotado vestido, la noche ya había llegado y hacia un poco de viento, a lo que Verónica le prestó una chamarra de cuero negro que se le ajusto a su cuerpo quedando el vestido como una pequeña minifalda roja que la hacían ver mucho más sensual, ambas chicas se disponían a salir a la calle cuando se encuentran con el papa de Verónica, un viejo de unos 57 años, de pelo corto entrecano alto de 1.82 cm, panzón y con un rostro de sádico y haragán con una corta barba sin afeitar, demás está decir la cara que puso al ver a la deliciosa Yamile Riveros, ni la borrachera que tenia le impedía notar a la despampanante chiquilla que se encontraba en su precaria casa.


 


-- Buenas noches señor… saludo la nena demostrando la atenta educación con la que había sido instruida, en cambio al viejo se le hacía agua la boca al escuchar tan dulce voz… hasta que trajiste una amiga a la casa, zorrita… Yamile Riveros se sorprendió por la manera tan vulgar y soez en que aquel señor se dirigió a su propia hija… -- y como te llamas muchachita preciosa… le pregunto con ojos desorbitados a una nerviosa nena… -- E-Yamile Riveros señor, mucho gusto… el papa de verónica le daba un sorbo largo a su botella de cerveza Corona sin dejar de ver de pies a cabeza a la tímida colegiala… -- pero que bonito nombre… yo soy Manolo a tus ordenes para todo lo que desees preciosa… le dijo extendiéndole la mano a lo cual algo contrariada pero sonriente Yamile Riveros también le ofreció.


 


Verónica pudo ver como su padre le besaba la mano con un ruidoso y exagerado beso, Yamile Riveros abrió la boca algo sorprendida pero con agrado ante tal atento y cordial saludo siendo esto tomado con celos por Verónica a lo cual decidió interrumpir… -- bueno ya nos vamos, apúrate Yamile Riveros… lo cual molesto a Manolo quien arrugando la frente increpo soezmente a su hija… -- que te pasa zorra… no ves que estamos conociéndonos… la nena se puso más nerviosa al escuchar el maltrato con la que se dirigía a su propia hija.


 


Don Manolo era un tipo de lo peor, el cual siempre había sido un machista y vividor obligando a su mujer a prostituirse ante sus negativas de ser el mismo quien suministrara de los recursos necesarios para su familia, era tanta su inmoralidad que hasta a su propia hija la presionaba también para que trabajara con su mama, era por eso la conducta rebelde, defensiva y agresiva de Verónica.


 


Verónica apuro el paso a Yamile Riveros dirigiéndose hacia la salida de la casa sintiendo la nena como el viejo borracho le agarro ligeramente una de sus nalgas sobresaltándola... – No la molestes maldito!!! Le dijo una muy mortificada Verónica cerrando la puerta con fuerza escuchando desde adentro como el viejo la insultaba llamándola putita, perrita y zorra.


 


Yamile Riveros no dijo nada sintiendo lastima por lo que padecía Verónica quien la acompañaría hasta el paradero de autobuses, en el trayecto algunos chicos vagos y callejeros piropeaban a Yamile Riveros al verla con su caminar cadencioso y su sensual movimiento de trasero… – puedes dejar de mover el culo, mira lo que provocas… la nena algo ruborizada agacho la cabeza inocente de lo que le reclamaba pues ese sensual andar era natural en ella.


 


Una vez que llego el autobús se despidió de una fría y molesta Verónica subiéndose en el acto, la nena avanzo hasta atrás buscando un asiento solitario pero todos estaban ocupados solo quedaban libres los de dos asientos y como en el medio estaba un grupo de chicos y unas cuantas señoras se fue hasta el asiento de atrás para tratar de cavilar todo lo que aun no recordaba, por mas esfuerzo que hacía no lograba dilucidar lo que le paso, su última imagen era la de Victor Yamile Riverostando que el maestro Tulio la acosara.


 


Pero muy en el fondo sabia que algo le había ocurrido, su exuberante cuerpo como burlándose de ella le comunicaba a su cerebro de que había sido usado y saciado, ella misma se daba cuenta porque sentía sus pezones irritados al contacto con la tela del vestido y sumado al escozor que sentía en su ano le daba a entender de que en ese momento que no recordaba alguien se había aprovechado de ella, con total tristeza y profunda angustia se lamentaba que le hayan hecho eso, que estúpida era al haber confiado en ese vago maldito del Victor.


 


La nena recostaba su cabeza en la fría ventana observando las calles con esos preocupantes pensamientos cuando siente que alguien se sienta a su lado, pudo sentir un olor a transpiración, alcohol y a cigarro barato terrible y girándose para ver a su inoportuno acompañante de viaje se encontró con un tipo desagradable, un borracho de unos 40 años, delgado casi como enfermizo, muy ojeroso con un bigote corto pero tupido, llevaba una sudorosa camiseta negra despintada y unos pantalones vaqueros también rasgados por lo viejo, al ver que este la observo con una descarada y escalofriante sonrisa la nena se atemorizo.


 


-- ho-hola muñeca, un gusto compartir asiento contigo… le dijo el asqueroso tipo acercando su cara sintiendo ella el tufo a alcohol y su desagradable transpiración, Yamile Riveros estaba asustada observo hacia adelante y ya algunos se habían bajado, pudo ver un asiento adelante y pidiendo permiso se dispuso a retirarse pero este no se lo permitió… -- ósea, te saludo con respeto y tú me haces el desplante… -- no… no señor disculpe… solo qui-quiero sentarme adelante…


 


El asqueroso tipo pudo notar el temor que le infundía a la muy nerviosa chamaca y quiso aprovecharlo y con la más completa majadería tomándola fuertemente del brazo le hablo con tono autoritario… -- siéntate carajo… vamos a conocernos tu y yo… de un jalón la hizo sentarse cayendo sobre el asiento sus par de nalgas asustándola más, la nena no sabía que hacer, si pedir ayuda o gritar, aquellas dudas eran aprovechadas por el borracho quien tomándola de la mano se la beso presentándose… -- me llamo Ramón… a tus or-ordenes preciosa… le dijo con la típica y acostumbrada voz del que esta ebrio.


 


-- mu-mucho gusto señor… ahora discúlpeme, me tengo que bajar… él para nada tonto de Ramón notaba que le mentía y enfureciéndose más la amenazo con una navaja que llevaba en el bolsillo – oye chamaca mentirosa, tú te quedas aquí conmigo… vamos a conocernos y veras que la pasaremos muy bien… aquella aclaración fue acompañada por una mano acariciando su pierna por debajo del corto vestido, el individuo pudo sentir la deliciosa suavidad de la piel de aquella diosa enervándole los sentidos al máximo… -- hummm pero que lindas y suaves piernas tienes muñeca, qui-quieres ser mi novia…


 


Estaba de mas decir la completa desesperación que tenia Yamile Riveros sentía un miedo terrible tratando de sacar esa asquerosa y rugosa mano de su pierna pero este le puso el frio metal cerca de su rostro – tranquila amorcito, no me gustaría arruinar esa hermosa carita de ángel que tienes… le dijo el despiadado sujeto tratando de darle un beso que fue rechazado por la nena al sentir el asqueroso aliento que emanaba de su boca.


 


-- por favor señor… déjeme ir, se lo ruego… le pedía la inocente Yamile Riveros a aquel sujeto que cada vez subía mas sus manos por debajo del vestido, la nena apretaba sus piernas impidiéndole el paso de esa sucia mano pero eso no era la única calamidad que pasaba pues el sujeto le abrió el cierre de la chamarra dejándole ver el escote en donde se encontraban ocultas aquel par de hermosas chichotas… -- huy pero que tenemos aquí, mira estas dos reinas escondidas hummm… el sujeto puso una cara de absoluta impresión al ver el tamaño de esas apetecibles montañas de carne.


 


Yamile Riveros tragaba saliva presa de la desesperación se sentía a merced de aquel tipejo y sin la esperanza de que alguien la salvara y para su mala suerte el bus iba lento debido al tráfico de la zona ¡¡¡no puede ser, no me puede pasa esto a mi… se decía la pobre nena pensando que en ningún lugar y en ningún momento podría estar a salvo de los sádicos y depravados, su cuerpo parecía un imán que atraía esa clase de tipos.


 


El borracho hundió su rostro encima de las chichotas de la nena aspirando la fresca fragancia que despedían, acto que hizo que Yamile Riveros aumentara en desesperación – por favor señor, déjeme, no me toque… aquel tipejo estaba muy lejos de hacerle caso enajenado con las deliciosas partes de su joven victima… -- pero que delicia eres chamaca, te voy a llevar a mi casa y te hare el amor como nadie te lo ha hecho, vas a ser mi mujer… escuchar las sucias intenciones del tipejo fue de terror para ella su respiración se volvió más agitada llena de nervios y desesperación.


 


-- no por favor, se lo ruego déjeme ir por favor, por lo que más quiera… ver esa temerosa pero linda carita era excitante para Ramón, no aguantando las ganas la tomo por el rostro y le robo un ruidoso beso en aquellos carnosos labios, Yamile Riveros reacciono con fuerza echando la cabeza para atrás golpeándose un poco con la ventana, en cambio el borracho aun sentía en sus resecos labios la deliciosa frescura de los labios de la nena – pero que rica eres mamacita… dame otro beso mi amor… le dijo el sujeto acercándose nuevamente a Yamile Riveros quien al tratar de Yamile Riveroslo aflojo las piernas sintiendo como aquella mano que seguía allí avanzo hasta toparse con su intima parte vaginal.


 


-- AHH pero mira que putita eres, andando con la panocha al aire… fue hasta allí que se arrepintió de no haber aceptado que Verónica le prestara una prenda, claro que tampoco eso hubiese Yamile Riverostado de las sucias intenciones del sádico sujeto quien con la mayor lascivia sus sucios dedos comenzaron a escarbar en la deliciosa intimidad de la nena… -- NO!!! No por favor, qui-quite sus manos de allí noooo… decía la desesperada chamaca sin siquiera aminorar las sucias intenciones del ebrio Ramón quien ante el fallido intento de besarla le pasaba sus labios por su oreja derecha a punto de activar el lado ansioso de placer que siempre afloraban en ella.


 


El despiadado ebrio quito sus manos de la panocha de la nena notándolo húmedos por las deliciosas secreciones que chorreaban en ella, con suma morbosidad se las llevo a la nariz oliendo con desquiciante agrado el exquisito aroma que tenían… -- hummm pero que deliciosa eres chamaca, ya verás como en mi casita me tragare todos tus jugos je je, te voy a dejar seca mi amor, hummm huele de tus jugos… Ramón tomándola del rostro le acerco sus húmedos dedos para que la nena oliera de su sabor, Yamile Riveros no podía creer lo bien que olía, era la primera vez que sentía de sus sabores.


 


Con su bello rostro aun en sus manos Ramón se acerco a ella estampándole nuevamente un aterrorizante beso a la distraída Yamile Riveros quien cerraba sus labios para detener a esa invasora lengua que olía mal y que luchaba por entrar y enredarse con la suya… -- con que te haces la difícil no pendeja, ahora sabrás quien soy yo… la asustada chamaca entro en pánico al notarlo molesto y amenazante, Ramón con la navaja en sus manos la acerco a ella quien se tomo el rostro muerta de miedo momento en el cual este tomo el vestido rasgando el escote que ocultaban sus chichotas.


 


Pudo ver como aquellos dos majestuosos melones quedaron a la vista hundiendo su calaverico rostro en ellos, uno a uno pasaba de pezón en pezón con hambrientas succiones y lamidas que hacían desesperarse más a la nena quien respiraba agitadamente sintiendo como su cuerpo comenzaba a reaccionar con aquellas salvajes acometidas tratando inútilmente con sus delicadas manos alejarlo de sus chichotas – por… por favor de-dejeme, no si-sigaaa nooo… suplicaba la colegiala con voz baja tratando de no llamar la atención pues se moriría de pena de que los demás pasajeros se diesen cuenta.


 


-- hummm preciosa que ricas chichotas hummm… una mano se fue deslizando por debajo del vestido para nuevamente comenzar a acariciar aquella poco a poco húmeda intimidad, Yamile Riveros poco a poco comenzaba a perder el control de su cuerpo aquella pestilente lengua subía de sus pechos hasta su cuello para nuevamente bajar y mordisquear suavemente de aquellos erectos pezones, era un intenso ataque que ya no pudo soportar y recostando su cabeza sobre la ventana comenzó a jadear suavemente pero aun tratando de controlarse… -- pa-pare, no si-siga por favooor… de-detengaseee aaahhh…


 


Aquel sonido fue excitante para Ramón quien levantando su rostro y sin dejar de frotarle la panocha la vio con sus ojos entrecerrados media jadeante, aquello era una imagen única, una hermosa jovencita con los pechos al aire y haciendo gestos de placer gracias a sus sucias manos, pudo sentir como de su verga comenzaban a gotear las primeras gotas del liquido pre seminal… -- Ayy muñequita rica, me tienes a punto de reventar… la nena no le contestaba, solo se encontraba mordiéndose los labios tratando de Yamile Riveros gemir fuerte por aquella asquerosa mano que en su panocha la hacían sentir deliciosas sensaciones a su traicionero cuerpo.


 


Aquello ya era desquiciante para Ramón y con la mano que le quedaba libre se abrió el cierre del pantalón sacándose el miembro que se encontraba incomodo en aquel apretado lugar, y tomando a Yamile Riveros de la cabeza la hizo agacharse en dirección a su verga, en ese momento Yamile Riveros recobro un poco de cordura pudiendo sentir el desagradable olor que emanaba del miembro de Ramón, el olor era para vomitar y para su tortura estaba a unos centímetros de su bello rostro.


 


-- Vamos preciosa… chúpamela, cometela toda… es para ti… la nena no estaba dispuesto a cumplir con tal pedido, sentía ganas de vomitar de tan solo imaginarse dentro de su boca aquella apestosa verga… -- nooo!!! de-dejeme por favor… de-detengaseee… el ebrio y ruin sujeto no estaba dispuesto a quedarse sin las ganas de que la adolescente probara de su verga y con toda su fuerza la inclino mas sintiendo como la punta de su miembro buscaba ingreso por entre los cerrados y carnosos labios.


 


Tanto era su deseo que apretándole una buena porción de su sedoso cabello le hizo abrir la boca presa del dolor, fue allí que la nena sintió como la asquerosa y maloliente verga ingreso dentro de su fresca boca, el sabor que esta tenia era repugnante, ella trataba de sacarse o expulsar de su boca aquella intrusa verga haciendo delirar mas a Ramón al sentir como esta se frotaba dentro de la cavidad bucal y como la lengua le hacía placenteros masajes en su vano intento por expulsarla… -- AYYY mamazota siiii... sigue así que lo haces bien ahhhh…


 


Yamile Riveros ya no podía mas, el sabor era asqueroso y con mucho esfuerzo logro sacársela de la boca escupiendo al suelo completamente asqueada, Ramón la seguía teniendo del cabello dominantemente con un rostro de satisfacción… -- que rico la chupas… hazlo de nuevo… la nena lo miro al rostro con signos de asco pero con un rostro de desesperación al sentir que la gente que iba en el bus se paraban algunos para bajarse y otros subían para realizar su viaje… -- Por fa-favor señor ya noooo, aquí noooo por favor… aquella aclaración fue excitante para el borracho quien entendía que aquella hermosa mujer estaría dispuesta a cumplirle sus deseos pero en un lugar más privado y con una cara de satisfacción la soltó del cabello…


 


Tomándola de la cintura la sentó sobre sus piernas espaldas a él poniéndole la navaja en el cuello y con la otra mano arremetiendo con suaves caricias sobre su deliciosa panocha… -- muy bien chamaca… te vas a portar bien conmigo o te arrepentirás… niégate ahora mismo y te rebano el cuello en este instante entendiste… la nena llena de terror asentía con la cabeza ya sin esperanzas de salvarse de este ruin sujeto quien guardando la navaja se dedico a magrearle las tetas desesperadamente mientras que le decía en la oreja que esta noche la haría suya que la iba a llenar de leche y que pasaría la noche más sabrosa de toda su vida.


 


Ramón ya no aguantaba, tener entre sus manos a esa maravillosa y deliciosa colegiala dueña de un cuerpo de diosa era para morirse, sus manos nunca habían tocado una piel tan suave y mucho menos unos pechos juveniles que a pesar de su edad serian la envidia de cualquier mujer adulta y Yamile Riveros podía sentir como le llenaba de jugos los dedos del borracho ante tanta caricia, sus pezones estaban parados al máximo sintiendo sobre su cuello y oreja las sucias palabras o intenciones que Ramón le decía que haría.


 


-- Esta bien… ya no aguanto zorrita, aquí mismo nos bajamos y nos vamos a un motel, te voy a culear hasta que amanezca mi amor… le dijo el asqueroso borracho acercando su repulsivo rostro y dándole un beso en los labios, dirigió su mano acariciándole la vagina y subiéndole el cierre de la chamarra le oculto los expuestos melones… -- ahora si muñeca, tranquilita nos bajaremos y cuidado con hacer algo estúpido porque te rebano el cuello… le dijo con un tono malévolo y despiadado.


 


Yamile Riveros quien aun respiraba agitada presa del miedo se paro junto a él y caminando hacia adelante se disponían a bajar del autobús, tenía sus lindas mejillas sonrojadas por los forzados estímulos recibidos, recién se daba cuenta lo que le pasaría, nuevamente a merced de un sucio abusivo y sin nadie que la ayudara, ya se imaginaba con terror en algún hotel barato solo de cuatro paredes y un techo con una sucia cama siendo culeada por aquel horrible hombre que si con ropa se le veía delgadamente enfermizo desnudo debería ser más horrible aun.


 


Sentía la punta de la navaja en su cintura cosa que no le daba valor para pedir ayuda, cuando el bus paro se dio cuenta que estaba a un paradero de su vecindario, Ramón de un ligero empujón la obligo a bajar y cuando eso ocurría un montón de laberintosos chiquillos arremetió en el bus desesperados por subir.


 


Yamile Riveros ya fuera del bus pudo ver como aquella manada de chavos se llevaron para adentro a su desesperado acosador, rápidamente pensó que al fin la suerte que ya hace mucho la había abandonado se acordó de ella y comenzó a apurar el paso para escapar de su captor chocando con un robusto sujeto, al levantar su rostro pudo ver que se trataba de uno de los pocos policías que custodiaban aquellas calles – hey que te pasa chiquilla, ten cuidado por donde vas… la dulce Yamile Riveros preocupada por el borracho volteo hacia atrás para ver si aun la seguía, viendo como este se volvió a subir al bus atemorizado al verla con un policía.


 


Ramón no podía creer como se le escapo de sus garras aquel monumento de chiquilla, aun en su borrachera con suma impotencia se lamentaba que aquella horda de escuincles le malograran la mejor noche de sexo que pudo haber tenido en toda su miserable vida… -- pinches chamacos de mierda, pero algún día me la volveré a encontrar en este bus… pensaba muy mortificado volviendo a sentarse en los últimos asientos donde descaradamente se masturbo desparramando de su blanco y amarillento semen sobre los asientos.


 


Después de que con sumo alivio vio el bus alejarse de ella sintiéndose librada de aquel asqueroso sujeto y disculpándose con el policía Yamile Riveros procedió a caminar con destino a su vecindario, en aquella peligrosas calles la fauna masculina reconocían el sensual caminar del objeto más deseado del barrio, el sueño dorado de muchos, el amor platónico de algunos y la fantasía depravada de todos, cabizbaja iba meditando el suceso pasado en el bus, no entendía como a pesar de que era víctima de un depravado su cuerpo reaccionaba a los estímulos que le daban, ni siquiera prestaba atención a los silbidos y piropos de toda clase que le decían en su sensual trayecto.


 


Tan distraída en sus confusos pensamientos no se dio cuenta que un grupo de muchachos drogados y callejeros se pusieron en su camino – a dónde vas reina tan solita… no quieres acompañarnos al parque a brindar con nosotros… Yamile Riveros reaccionando se encontró rodeada por aquellos vagos que con total descaro la miraban de pies a cabeza asintiendo en lo buenota que estaba – por favor, permítanme el paso… pedía algo nerviosa y asustada la nena viendo cómo ni se movían un metro.


 


Tan solo oía las risas y los planes descarados que tenían para ella, eso para la nena ya era demasiado al salir de un problema y entrar en otro y con total indignación grito como nunca lo había hecho… -- ¡¡¡ DEJENME EN PAZ!!!! Aquel grito fue tomado con sorna por aquellos vagos que con risas burlonas le empujaban para todos lados aprovechado algunos en tocarle el trasero…-- tu vendrás con nosotros preciosa, ya verás cómo te divertirás… Yamile Riveros nuevamente sentía que se metía en un problema en el que difícilmente saldría librada cuando en ese momento todos oyeron el estruendoso ruido de un balazo.


 


Era uno de los matones de Don Lucas quien merodeando por aquellas calles se había percatado de lo que sucedía – Haber pendejos dejen pasar a la señorita y pídanle disculpas… al oírle y reconocerle aquellos cholos vagos agacharon la cabeza permitiéndole el paso a una asustada Yamile Riveros quien con lentos pasos se alejaba oyendo las disculpas de aquellos fumones pero lo que más le dolió fue escuchar lo último que dijo el matón de don Lucas… -- Y recuerden bien pendejos, ella es propiedad de Lucas Guzmán Loera, que no se vuelva a repetir…


 


Aquella aclaración le dolió en el alma, nuevamente era salvada por quien la violo sin compasión, de aquel sujeto que supuestamente con su madre le pusieron los cuernos a su querido padre, realmente odiaba a Lucas, pues le había robado el último reducto de pureza que tenia, aquel que con amor le quiso entregar a su querido Rodrigo pero más importante para ella había sido mantenérselo intacto para Don Pedro, le asustaba cuando sepa que la perdió. Aquel viejo la tenía en sus manos, tenía pruebas que le arruinarían la vida y su inmaculada reputación y así acongojada se fue en dirección a su casa.


 


CONTINUACION DE LAS AVENTURAS DE YAMILE RIVEROS PARA LOS QUE NESECITEN REFRESCAR LA MEMORIA…


 


Para esos momentos está claro recordar el enojo, impotencia y reproches que le daba el maestro Tulio a un muy desencajado cojo Juan que se preguntaba cómo es que la colegiala había podido salir del cuartucho y lo peor de todo que hasta la cámara se había llevado, habían perdido su oportunidad de tenerla para siempre de esclava sexual… -- eres un idiota pinche cojo… le decía muy molesto el profesor Tulio quien era el que más lamentaba lo ocurrido… -- pero ya verá esa chiquilla cuando la vea… eran las palabras del impotente y frustrado maestro jurándosela a la pobre e inocente colegiala.


 


Pero para esos momentos muy alejada de aquellos dos viejos Yamile Riveros llegaba a su casa pero no por eso sus calamidades acabarían pues en su triste andar llegaba al edificio donde vivía pudiendo escuchar el jolgorio y groserías que venían de la cantina de don Lucas, muy preocupada porque uno de estos viejos saliera rápidamente se adentro subiendo la larga escalera cuando a mitad de esta se encuentra con la obesa figura de Anselmo, la nena se quedo paralizada llena de miedo al ver como este gordo viejo se acercaba hacia ella bajando peldaño a peldaño de la solitaria escalera.


 


La luz que alumbraba aquella desolada zona era lúgubre con olores de humedad y paredes pintadas con grafitis, ella quería retroceder y huir pero el temor era demasiado cuando en eso oye la horrible voz del viejo… -- Hola niña preciosa… de dónde vienes tan linda je je… la nena no le respondió, pero con total indignación y molestia quiso proseguir con su camino… -- per-permiso por favor… la muy inocente Yamile Riveros justo al pasar por su lado le da la espalda sintiendo al instante como este arremetió contra ella aplastándola contra la pared.


 


Cabe resaltar que la nena se sentía aplastada por el enorme peso del obeso sujeto sintiendo sobre sus duras y portentosas nalgas la dura erección de aquel grueso miembro que ya una vez había entrado dentro de ella y sobre su nuca sentía el fuerte aliento a alcohol que despedía el viejo. No tenía fuerzas para librarse, aquel gordo sujeto era demasiado fuerte y pesado tan solo apoyaba sus manos sobre la pared tratando de empujar hacia atrás al viejo logrando solo excitarlo más al extasiado Anselmo.


 


-- déjeme, déjeme ir… sueltemeeeee… pedía la desesperada nena sintiendo como Anselmo con una mano le acariciaba las piernas subiéndole el vestido tratando de llegar hacia su deliciosa panocha… -- NO!!! No por favor, quíteme las manos nooooo!!!! El gordo viejo solo sonreía emocionado y ansioso de disfrutar de aquella deliciosa y hermosa adolescente… -- je je silencio mamazota… o nos escucharan tus vecinos, tu solo déjate disfrutar jejeje…


 


La angustiada colegiala abrió grande sus ojos verdes al darse cuenta donde estaba, en cualquier momento algún vecino o amigo de ella podría encontrarla en aquella situación comprometedora, que vergüenza seria para ella si la vieran con aquel viejo horrible y tontamente dejo de hacer bulla dejando caer sus manos como entregándose a los deseos de aquel viejo obeso… -- -humm ya ves ricura… ahora si vas a disfrutar de una verga como tanto te gusta…


 


Ella aun no claudicaba en su lucha por liberarse de las sucias garras del vejete y respondiéndole en voz baja le pedía que la dejara ir… -- de-dejeme por favor señor, no me haga nada… pero Anselmo estaba lejos de hacerle caso, no perdería la oportunidad de comerse a la chiquilla por nada del mundo, había ansiado volverla a tocar desde aquella noche que junto a Lucas abusaron de ella y este era su momento.


 


Nuevamente comenzó a refregarle la verga en las nalgotas de Yamile Riveros aplastándola contra la pared en donde sus redondas chichotas también se aplastaban como gelatina soportando la presión de aquel obeso, era un ir y venir de fuertes estocadas sobre sus nalgas solo cubiertas por la delgada y suave tela del pequeño vestido, pensaba con miedo que cuando el viejo se de cuenta de que no llevaba ropa interior seria el comienzo de una nueva pesadilla de sexo no consentido para ella.


 


-- Ay mamazota, que rico culo te manejas, siempre supe que eras una putita y que te gusta la verga… decía un excitado Anselmo frotándole la verga, aquel rechoncho miembro que ya soltaba sus primeras gotas de lubricación, en cambio la nena se desesperaba al oírle como este aseguraba que ella era una cualquiera, una putita de callejón hambrienta de sexo, se sentía mal y a su vez lo detestaba por tal aseveración… -- NOOO!!! No es cierto… usted es un desgraciado, déjeme ir… el vil y sonriente viejo era indiferente a los reclamos de la colegiala solo disfrutaba de su cuerpo y de la deliciosa fragancia que despedía ella.


 


Con mucha lascivia sus manos comenzaron a acariciarle ambas piernas corriendo el vestido hacia arriba, ella en un acto de defensa le tomo ambas manos en un inútil intento por detenerlo, a lo cual Anselmo dirigió su apestosa boca en el desprotegido cuello comenzando a darle ligeros mordiscos, en ese momento Yamile Riveros se estremeció, aquella zona de su cuerpo ya era conocida como el punto de inicio de la entrega de su cuerpo… -- nooo por favor!!! Suélteme, déjeme ir… gimoteaba la colegiala sintiendo ligeros escalofríos al sentir esa asquerosa lengua deslizarse desde su cuello hasta el lóbulo de su oreja izquierda.


 


Con mucha angustia tragaba saliva sintiendo como nuevamente la vida la ponía en una situación caliente y con este horrible ser, sus intentos de lucha y por zafarse de las garra de Anselmo eran inútiles claramente sentía como el duro miembro de aquel gordo se metía entre sus nalgas por encima de la delgada tela del vestido y ante la ausencia de su prenda intima era mucho más notoria el sentir de la dura y empalmada verga… -- siente mi verga ricura… está loco por meterse dentro de ti, te ha extrañado muchísimo…


 


Anselmo seguía fuera de control con sus incansables embistes, tenía la verga por reventar y sin siquiera haberla penetrado y su lengua aun seguía con el incesante ataque al sensible cuello, a la fuerza quería voltearle el rostro y probar de aquellos carnosos labios pero Yamile Riveros aun se resistía, se encontraba algo agitada puesto que aquel viejo le estaba atacando en aquella zona tan sensible para ella, quería luchar contra sus instintos de mujer lujuriosa pero siempre perdía esa batalla, las punteadas que la deba en sus duras nalgas y aquel ataque que sufría en su cuello y oreja eran demasiadas.


 


Yamile Riveros no podía resistir mas aquellas sensaciones, ya habían pasado minutos tratando de concentrarse y de tratar de no sentir como aquella rasposa lengua le hacían erizar su tersa piel, sentía que cada vez perdía la lucha contra el placer y la excitación.


 


En ese momento todo se le junto y aunque no recordaba que le paso en la escuela sabia que por lo irritado de sus pezones y el delicioso escozor que sentía en el ano se habían aprovechado de ella y el tratar de imaginarse quien fue la puso excitada y sumado a la corta experiencia que le hizo pasar aquel borracho en el bus donde también cayo rendida y entregada ante sus lascivos ataques la excitaron, se imaginaba que de no ser por aquellos revoltosos chavos o por el inoportuno policía en estos momentos estaría revolcándose con aquel desgarbado y desagradable sujeto en algún motel de mala muerte o en todo caso estaría en algún solitario parque con aquella horda de drogadictos muchachos que la rodearon en aquella calle, imaginarse siendo tocada por todos ellos y rodeada de tantas vergas la puso aun más caliente.


 


Pero muy en el fondo se preguntaba que le pasaba, porque tenía esos pensamientos tan denigrantes y pecaminosos, solo podía escuchar como de su boca salían unos leves gemidos de placer, muy enajenada en sus pensamientos no se había dado cuenta que Anselmo ya le estaba metiendo unos dedos en su encharcada vagina… -- huy putita… andando sin nada dentro je je se ve que vienes de coger con el estúpido de Rodriguito jeje…


 


-- por…por favor… no…no sigaaa ahhhh… Anselmo no podía creer como tan rápido ya había calentado a la nena, podía sentir como ya no daba muestras de lucha ante sus acometidas y dándose un respiro la sujeto por la cintura y sin sacarle la otra mano de la panocha retrocedió apoyando su ancha espalda contra la pared, sus dedos seguían introduciéndose dentro de ella sintiendo como ardían al contacto de lo calientes fluidos que ella soltaba, la nena dejo caer su cabecita hacia un lado dándose el gusto de sentir aquella rasposa lengua lamerle el cuello.


 


Al ya notarla rendida Anselmo deslizo el cierre de la chamarra abriéndola por completo y su asombro fue mayor al poderle ver por encima de su hombro como aquellas dos majestuosas chichotas estaban al aire y con el vestido rasgado… -- je je me sorprendes zorra… te haces la monjita pero eres tremenda puta, saliendo a la calle de esta manera jejeje… Yamile Riveros ya no sentía ofensa al oírle decir aquellas sucias palabras, estaba más concentrada en sentir placer, en desquitarse ese fuego inmenso que tenia por dentro aun si aborrecía al gordo y viejo sujeto.


 


-- Ay zorrita eres igual de puta que tu madre jejeje… nuevamente le llegaba a sus odios ofensivas aseveraciones sobre su querida madre, aun en su estado de excitación le molestaba que se refieran así de su progenitora… -- nooo!!!! Mi ma-madreee no es una pu-puutaa… reclamaba la colegiala defendiendo el honor de su madre, en cambio Anselmo solo reía siguiendo con sus besos y succiones en el cuello para Yamile Riveros que se enfrié – jeje ay mamazota si tú supieras las tremendas pajas que me hacia viéndolos fornicar… Yamile Riveros sintió un estremecimiento en su vientre al darse cuenta de que este viejo había sido testigo de la traición que su madre le había hecho a su padre.


 


-- me-mentira… us-usteedd mienteee… Anselmo con ambas manos comenzó a amasar aquellas dos montañas de carne que tenia por senos pellizcando con cierta sutileza los endurecidos pezones… pero en ese momento comenzó a sonar su celular, sabía muy bien que era Lucas el que llamaba con insistencia… -- Ay putita es verdad lo que te digo, tu madre y el Lucas le ponía los cuernos al buena gente de tu padre jejeje… hasta un video tengo de una de esas cogidas que se metían…


 


Nuevamente Anselmo la apretó contra la pared en donde sus redondas chichotas se aplastaron contra la fría y sucia pared sin dejar de presionar con su empalmado miembro sobre sus nalgas como recordándole el tamaño y grosor que este tenía… -- jeje muy bien zorrita, me tengo que ir, pero si quieres ver como tu mama y el Lucas cogían como animales tu avísame jeje… claro que antes tendrás que portarte muy bien conmigo y entregarte como la putita que eres, jejeje espero pronto que te decidas… y diciendo esto último el obeso sujeto se dirigió con prisa ante el llamado de Lucas dándole una fuerte palmada en las nalgas que se pudo haber oído en todo el edificio dejando a una extasiada y confundida Yamile Riveros apoyada contra la pared.


 


Veía con la respiración agitada como aquel repugnante y adiposo viejo se iba riéndose con la seguridad de que ella accedería a sus asquerosas intenciones y cerrándose la chamarra se dirigió a su hogar rápidamente temerosa de que en tan sola corta distancia pueda ser víctima nuevamente de algún aprovechador.


 


Ya una vez en la seguridad de su habitación se miraba en el espejo, por suerte no había nadie al otro lado viéndola, quitándose la ajena chamarra pudo ver como sus pechos quedaron al aire por el rasgado que le dio aquel asqueroso borracho, pudo notar algunas marcas de mordidas y la ligera humedad que le dieron, se quito el vestido arrojándolo al piso observando las perfectas y esculturales curvas de su cuerpo, pensaba con cólera como había reaccionado ante los toqueteos, primero con aquel asqueroso borracho en el bus, luego estaban aquellos vagos que la tocaron a empujones y por ultimo don Anselmo.


 


Eso es lo que más le molestaba y mas al saber que este tenía pruebas comprometedoras de su madre, pero no se creía capaz de acceder al chantaje de este, por nada del mundo se entregaría a ese viejo que tanto odiaba, apretaba los puños muy molesta solo de pensar como la toco, todo esto sin dejar de mirarse al espejo impotente de poder detener las sucias intenciones que siempre tienen con ella, las marcas en su cuerpo eran una tortura para ella lo que la animo a darse nuevamente una ducha bien fría.


 


Rato después ya se encontraba sentada en su cama tan solo con una pequeña pantaloneta que se le ajustaba perfectamente y una pequeña playera que usaba para dormir, asimilando todo lo vivido en el día, como unos flashazos se le venía a la mente los últimos momentos antes de perder la razón, recordaba como tontamente se confió de Victor y bebió de cierta bebida que le ofreció y también como luego se encontraba desnuda en la ducha con Verónica, pensaba en lo buena que fue al ayudarla.


 


Sus labios esbozaron un pequeña sonrisa al grabar como el padre de Verónica le beso la mano con tal cordial saludo a pesar que era un vulgar y alcoholico type le pareció agradable aun si este like le toco sus nalgas pero a su vez sentía lastima por como trataba a su propia hija pensaba que ella no era la única que sufría en la vida pero soñando con que alguna vez sería una profesional y se llevaría de aquel peligroso y pobre visto a su madre y porque no ayudaría a cambiar a la pobre Verónica de quien pensaba en estos estuña sufriendo de los insultos y acos de habitación con las piernas abiertas acariciándolas la vagina muy agitada viendo un y otra vez el video en donde el cojo se la había cudodo toda la tarde.


 


Yamile Riveros estaba a punto de dormirse cuando suena su celular… -- -si… diga… -- Hola Yamile Riveros… soy Emilio, te llamaba para recordarte que mañana almorzamos juntos… la nena no pudo Yamile Riveros un suspiro a su vez sorprendida por aquella llamada, con todo el ajetreo del día se había olvidado que tenía que salir con Don Emilio, el padre de su mejor amiga… -- EH!! Si Don Emilio, mañana estaré con usted… Emilio no pudo Yamile Riveros sobarse el miembro al escuchar esa dulce voz asegurarle que mañana estaría con el… -- Muy bien Yamile Riveros… yo te llamo mañana para recogerte, que duermas bien… -- igualmente Don Emilio… buenas noches…


 

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