La extrema suavidad que experimentaron sus dedos por sobre la tela en el loable trasero de aquella joven y atractiva hembra casi lo hacen perder la razón, y acostumbrado a ser siempre el ganador se dio a buscar con sus bigotes y su trompa estirada  los exquisitos labios que estaban justo al frente de él, en eso sintió una tremenda cachetada en el rostro: Plafff!!!, retumbo en sus mofletes la salida manita de Yamile Riveros cuando reacciono a no dejarse avasallar nuevamente por otro viejo aprovechador.


 


El sargento Eustaquio Sinforoso la soltó en el acto y Yamile Riveros asustada pero a la vez envalentonada con lo que acababa de hacer se fue a refugiar detrás de la mesa del comedor, pero sus extremidades casi se le durmieron cuando sus ojitos vieron que el sargento sacaba enérgicamente su bastón de mando y que a pesar de ser bastante panzón, de un solo salto se deslizaba por la mesa para solo en cuestión de segundos ir a caer a su lado,


 


--Y que te has imaginado puta barataaaa!!!... te voy a enseñar quien es tu chulo desde hoy... zorra calienta vergassss!!!, le gritó el sargento a quien no importándole nada rápidamente la agarro con todas sus fuerzas atracándola contra el canto de la mesa y haciendo que ella aplastara sus tetas contra esta, para luego de levantarle la falda hasta su cintura:


 


--Plaffff!!!, sonó el certero y fuerte bastonazo en las brillosas nalgas de la chamaca, y cuando el vejete ya iba por el segundo, y cuando la joven ya estaba dispuesta a comenzar a llorar sintieron las voces de la señora Isabel, la madre de Yamile Riveros y de don Benito que ya venían de regreso. El policía guardo su bastón en el acto como así mismo Yamile Riveros compuso su vestido,


 


--Por ahora te salvaste zorra… pero si a la noche me sigues dando problemas... ahí si que me desquitare, por ahora ni se te ocurra ponerte a llorar... solo hazte la mensa..., le decía a la misma vez en que ya veía que en cualquier momento se abría la puerta de la calle, --Así que ya sabes…


 


--Pues yo no le hare caso así que ahórrese su viaje, le decía Yamile Riveros, con su carita llena de rabia y al borde del llanto. En ese momento sintieron que la puerta se abría y entraba la madre de Yamile Riveros y don Benito…


 


--Olvide llevar el dinero para las compras!. Isabel hablaba dirigiéndose a su chamaca, --Veo que ya terminaron la encuesta, dijo al percatarse que la carpeta del viejo policía estaba cerrada y puesta en la mesa,


 


--No hemos podido mi buena señora, la nenita aquí presente esta algo cansada así que regresare en otro momento a encuestarla… ha sido un placer haber estado en su domicilio… por ahora me retiro ya que aún me quedan algunas diligencias pendientes.


 


Yamile Riveros quien aún temblaba desde el mismo lugar en que se había alcanzado a bajar el vestido, con alivio veía que el viejo ya se retiraba.


 


--Señores ha sido un placer, decía don Eustaquio poniéndose la gorra en su lugar, pero justo antes de salir de la casa dio media vuelta para consultar a la madre de Yamile Riveros y a don Benito, --Mmmm… este sector es medio difícil, las direcciones son algo confusas, decía mientras abría su carpeta con documentación, no sé si alguno de ustedes me podría indicar si conocen o saben adónde vive una prostituta que vive en este sector, debo dejarle una copia de la infracción que le cursamos hace dos semanas, y que la muy descarada aún no ha ido a cancelar, su dirección es por aquí y esta algo ilegible, decía haciéndose el que buscaba entre sus documentos,


 


--Válgame Dios!!, dijo la madre de Yamile Riveros quien ya nuevamente estaba aprontándose para ir al mercado… --Y quien podrá ser?, déjeme ver el nombre y la dirección, de seguro que le podremos ayudar…


 


--jejejeje… déjeme buscar el documento que por aquí lo tengo,  aparecen todos sus datos personales, dijo el policía aprovechador mirando de reojo a la ahora escandalizada chamaca estudiando sus reacciones…


 


Cuando Yamile Riveros vio la copia exacta del mismo documento que también tenía don Pedro en su poder, se dirigió en forma exasperada al viejo policía,


 


--Don Eustaquio… la encuesta…! Creo que la podre responder ahorita mismo!!


 


El sargento con el brillo de la lujuria en sus ojos y saliéndole hasta por los poros solo le contesto,


 


--Pero podrás responder a todas sus clausulas!?, le decía haciéndose que aun buscaba el documento que esperaba la madre de Yamile Riveros,


 


--Creo que sí, respondió de una la nena,


 


--No hay problema niña… toma asiento en el sillón mientras busco los cuadernillos,


 


La escandalizada colegiala lo único que quería en esos momentos era que el viejo policía cerrara su porta documentos, rápidamente se sentó como don Eustaquio le había ordenado.


 


--Señora Isabel creo que el otro documento lo deje en la comisaria, así que mejor para mí ya es suficiente trabajo por hoy… Le tomare a su hija la misma encuesta que Usted ya me dio y luego me retiro!


 


--Bueno, si es así entonces nosotros nos vamos al mercado... hija atiende bien al buen sargento Sinforoso, ofrécele que se sirva algo rico mientras tú te ocupas de su encuesta, --Don Eustaquio..., le dijo la madre de Yamile Riveros al ansioso policía que lo único que deseaba era quedarse a solas con la chamaca… --Recuerde de hacer sus rondas en la semana… y si usted gusta el próximo domingo lo podemos invitar a almorzar, es lo menos que podemos hacer ante su desinteresada amabilidad, no es así hija?, dijo esto último refiriéndose a Yamile Riveros,


 


--Si mami… claro que sí, Yamile Riveros no podía pensar claramente con todo lo que estaba pasando en su hogar, más encima al muy sinvergüenza lo estaban invitando a almorzar,


 


--Sera un honor mi buena señora, jejejeje aquí estaré el próximo domingo… yo traigo el vino…


 


--Como le dije antes, es lo menos que podemos hacer, y si gusta puede llamarme Isabel,


 


--Jejejeje gracias nuevamente Isabel, y pierde cuidado que el domingo sin falta estaré por aquí...


 


Yamile Riveros por su parte lo único que deseaba era que su mamá con don Benito se largaran lo antes posible para que el viejo policía guardara de una vez su endemoniada carpeta antes de que su inocente madre y su abuelito se dieran cuenta de algo, además que no le gustaba para nada que su madre se familiarizara tanto con ese asqueroso hombre, si hasta le parecía que ella le estaba coqueteando.


 


Una vez en que nuevamente su mamá y el viejito salieron de la casa y en donde la chamaca por fin se vio a solas con el aprovechador vejete, fue don Eustaquio Sinforoso quien puso las mas enérgicas condiciones,


 


--Escúchame bien zorraaa…!! Tú te puedes burlar todo lo que quieras de esa buena señora que es tu madre, y del viejo ese que aún no se bien que es tuyo… pero a mí no me vendrás con esas chingaderas… así que ahorita mismo me harás una de tus atenciones... y me la harás gratissss!!!.


 


Yamile Riveros creyó ver en los ojos del viejo policía la furiosa ansiedad sexual que este estaba sintiendo en aquellos momentos, por lo que nuevamente quiso explicarle al viejo que él estaba equivocado,


 


--Don Eustaquio por favor… creameee…!!!


 


--Ahorita mismo te dije trola de mierdaaaa…!! acaso estas sordaaa?!!... o realmente quieres que yo mismo vaya a buscar y le diga a tu mami en lo que trabajas cuando ella no está en casa!!??, eso quieresss!!??, el viejo policía tenía un aspecto de lo más chulesco y siniestro, situación por lo que la chamaca se sintió nuevamente intimidada.


 


Yamile Riveros viendo que nuevamente ella era quien perdía, se lo pensó por algunos instantes, ella no podía permitir que su madre quien esforzadamente trabajaba de sol a sol para que a ella no le faltase nada se llevara tan tremenda pena al enterarse que su hija por quien ella daría hasta su vida, salía por las noches a prostituirse por las esquinas tal como pretendía hacerle saber ese odioso y chantajeador policía, además que esto no era así.


 


Pero que podría hacer ella para demostrar lo contrario?, si hasta existía un documento oficial que así lo certificaba y que ella había firmado la noche de aquel fatídico control policial.


 


Con sus hermosos ojos verdes mirando hacia el suelo y al borde de las lagrimas solo se dio a contestarle,


 


--Está bien don Eustaquio yo le hare eso que Usted quiere… pero por favor no se los digaaa, sniffsss…


 


--Y me atenderás como al mejor de tus clientes!!??,


 


Yamile Riveros se daba cuenta que el viejo seguía pensando en que ella se dedicaba a prostituirse, pero lo único que quería por ahora era que este de una buena vez por todas se fuera,


 


--Siii… yo le atenderé, pero una vez que terminemos júreme que se ira, y que no se lo contara a nadie... sniffsss…!!


 


--Jajajajaja así está mejor putita… recuérdalo bien... A mí me deberás atender por noche completa los días en que te llame o venga a visitarte, jajajaja así que apróntate, por ahora como tu mami volverá en un rato me conformare solo con unos buenos besuqueos y una muy buena mamada de tu parte, jajajaja!!!


 


Yamile Riveros se la pensaba en como comenzar a "atender" a aquel nuevo y detestable vejete, mientras este mismo la contemplaba de pie a un lado del sofá en donde ella estaba sentada.


 


El caliente sargento sin cansarse de admirarla debido a su inigualable belleza pensaba que en verdad aquella asustada jovencita que estaba sentada en un sillón justo al frente de su dictadora mirada era una criatura digna de ser esculpida en mármol como imagen única de la verdadera divinidad femenina  inmortalizándola así para el fin de los siglos.


 


Sintiendo unas hormonales sensaciones en su verga bajo su pantalón azul no se cansaba de estudiar aquellas facciones angelicales de su rostro que le era imposible no volver a relamerse los labios y los bigotes imaginando el sabor que debería tener ella en su fresca boquita y en la piel de su cuerpo, miraba como su exquisita y delineada figura que estaba más allá de la mismísima perfección era una celestial tentación que invitaba al pecado original, una figura llena de enloquecedoras curvas por cada centímetro de su tremenda anatomía.


 


Admiraba sus grandes y hermosas tetas que se marcaban por debajo de aquel endiablado vestido blanco empinándoseles desafiantes a las leyes de Newton y Kepler, y cuando ya estaba casi terminando su admiración de semejante criatura poso su ardiente mirada en aquella estrecha cintura que daban paso a unas delineadas caderas y con su vientre completamente plano, y con un par de muslos bellamente moldeados y firmes que se apreciaban en la parte baja de su vestido.


 


Yamile Riveros era realmente un monumento de mujer se decía el excitado viejo, y como también ya se ha dicho con anterioridad, en casi todos sus círculos soñaban con enamorarla y culearla hasta el cansancio, y ahora nuevamente solo a unas cuantas horas de haber estado revolcándose con don Severiano un hombre de 58 años, ahora sería otro aprovechador viejo que rondaba los 50 y tantos años quien estaba dispuesto a sacar máximo provecho de sus encantos femeninos, estudiando estos loables atributos el degenerado sargento Sinforoso no le quitaba la vista a sus formidables muslos ni de sus redondas tetasas que se delineaban bajo los tirantes de su vestido.


 


Por su parte la nuevamente turbada nena mirándolo de reojo y al notar que el destartalado policía la miraba en forma lujuriosamente calentona se sonrojo producto de un extraño nerviosismo cambiando su mirada hacia el otro lado de la salita intentando alargar lo más posible la situación esperando a que milagrosamente su madre y su abuelito llegaran a salvarla de lo que estaba a punto de tener que hacer para saldar el silencio de aquel aprovechador representante de la ley.


 


El viejo Eustaquio ya no aguantando mas al verla tan deseable en aquel estado se sentó a un lado de ella diciéndole,


 


--No sé porque te haces la santurrona conmigo, si la otra noche te vi encuerada junto a uno de tus clientes, o es parte de tu repertorio?, jajajaja!!!! De seguro que ahorita antes de que llegaras andabas trabajando, jejejeje, si hasta venias con un tremendo olor a cacha, jajaja!! se burlaba de ella a la misma vez que con toda propiedad comenzaba a masajearle uno de sus apetecibles muslos,


 


--Eso... eso... no es verdad... yo no andaba tra... ba... jandooo..., le contesto entre cortadamente la contrariada y humillada chamaca, pensando que el viejo en realidad no estaba tan equivocado si bien se había bañado en la casa de don Severiano, luego de eso había estado chupándole la verga a este último, y esa otra cosa que también le hiso, pero pensaba que eso a este viejo no tenia que porque importarle, a la vez que sentía la áspera mano del policía tomar posesión de una de sus suaves piernotas.


 


El viejo se había sentado a su lado muy apegado a ella y al estar tan cerca de tan tremenda jovencita le era imposible no clavar su deseosa mirada en aquel par de maravillosos par de globos de carne que se dejaban ver soberbios e imponentes por el escote de aquel ajustado vestido con tirantes.


 


El sargento que ya estaba casi babeando de calentura antes de lanzarse a tomar lo que según el aquella joven puta le debía y mientras la manoseaba le propuso,


 


--Porque no me atiendes en tu misma cama en donde duermes, me encantaría conocer la habitación de una vulgar putilla como lo eres tu estúpida... Le decía el degenerado justiciero a la escultural colegiala, --Se que tu y yo la pasaremos realmente bien  desde ahorita y en una cama, estas tremendas tetas que te gastas ya me piden que te las mame y chupetee todo lo que yo quiera, jejeje... que dices putita...? te animas!?


 


Yamile Riveros nunca se imagino que de la boca de un policía salieran tantas vulgaridades juntas y al mismo tiempo, por lo que solo se dio a contestarle,


 


--Don Eustaquio ya basta, yo no soy eso que usted dice que soy... todo fue un mal entendido... por favor créame, le decía con sus deditos doblados y puestos en la parte inferior de sus sensuales labios mirando hacia otra parte y sintiendo como el vejete le manoseaba a su antojo una de sus piernas.


 


--Jejejejeje... Qué te pasa zorrita? Que puteadas son esas que yo no conozco, si estas tetazas son para el total disfrute de tus clientes, así que no se qué esperas para quitarte el vestido... quiero tenerte encuerada tal como ibas el otro día en que te pille trabajando, vamos no seas malita conmigo... ponte de pie y quítatelo, jejejeje.


 


El viejo estaba más que caliente y sabia que la madre de la chamaca  no llegaría en un buen rato por lo que se quería dar un buen gusto con aquella joven putita que se había encontrado por obras del destino en cuanto él lo creía.


 


La nena se sentía tan incómoda como azorada porque aquel vejete aparte de estarle diciendo las más vulgares leperadas también le estaba manoseando las piernas a su total antojo y mirándole las tetas en forma de lo más descarada.


 


--Que dices entonces zorra!?..., nos vamos a tu habitación antes de que llegue tu mami?, así la hacemos cortita, jejejeje... solo serán unas cuantas mamadas hasta que me saques todos los mocos que tengo para ti preciosura...


 


Yamile Riveros ya no le decía nada, por cada minuto que pasaba notaba que aquel viejo se calentaba mas, solo se daba a mirar a cualquier parte de la habitación sin saber que hacer o como actuar, actitud que le sentaba mas incitante al lujurioso policía, que aun no se la creía de estar manoseando a tan tentadora chamacota, por lo que se dio a continuar con su abanico de peladeces,


 


--Ya pus guachita rica, ya no te sigas haciéndote la mensa, solo será un ratito... aprovechemos que estamos solitos, lo pasaremos muy rico ya veras, que tal si me das unos besitos y luego nos vamos a tu habitación, le decía el aprovechador viejo a la vez que de nuevo estiraba su trompa hacia la cara de Yamile Riveros buscando sus rojos labios, la chamaca solo lo Yamile Riverostaba corriéndole la cara con sus ojos fuertemente cerrados en señal de asco, como si con esto fuese a Yamile Riveros lo que ya casi era inYamile Riverostable.


 


En eso estaban cuando la nena en forma inesperada para el caliente vejete lo dejo con sus labios estirados ya que rápidamente se puso de pie intentando dilatar su complicada situación para decirle,


 


--Don Eustaquio... mi mamá llegara en cualquier momento porque... porque... no le dejamos para otro día... le prometo que yo le cumpliré, pero por favor ahorita nooo... le pedía con cara de angustia,


 


El sorprendido sargento se puso de pie como un resorte, este aparte de estar bien gordo era por lo menos unos 15 centímetros más bajo que Yamile Riveros, bastante chico para ser policía por cierto, pero la calentura ya casi lo desbordaban en aquella ardiente tarde de día lunes,


 


--Vamos pendeja...! ya no le sigas..., si aquí solo estamos tu y yo...!, --Solo dame unos besitos mamita ricaaa!, le iba diciendo el viejo a la medida que se acercaba al muro donde estaba apoyada la asustada chamaca, mientras Yamile Riveros lo veía acercarse con espanto, y una vez que llego a un lado de ella con toda naturalidad simplemente la abrazo desde la cintura afianzándola contra su obeso cuerpo.


 


El sargento Sinforoso al tenerla así de agarrada y en aquel estado, su cara y sus gruesos labios y bigotes quedaron justo a la altura de su desprotegido cuello, y a solo centímetros del nacimiento de aquellos formidables melones que la nena se gastaba por tetas, y en un acto de autentico reflejo se dio a sumir sus gruesos bigotes en las fragancias del cuello de la hembra que ya consideraba su mujer, situación que aprovechaba de lamerla y besuquearla en aquella exquisita y erógena zona que él estaba invadiendo.


 


Yamile Riveros con su carita apoyada al borde del muro solo lo miraba hacia abajo, sus aterrados ojos verdes veían como el salido policía movía su cabeza en su cuello, sentía como esa asquerosa boca con lengua incluida iban humedeciéndolo todo en su sensible y suave piel, y como los prominentes y tiesos pelos de sus bigotes le pinchaban en distintas partes de su cuello.


 


También sentía como la panza de aquel asqueroso representante de la ley se comprimía contra su plano estomago, la escandalizada chamaca se estaba poniendo más que nerviosa por la situación de estar ella y ese aprovechador uniformado solos en su casa.


 


Ella calculaba que por la hora en que su madre había salido con don Benito estos recién deberían estar realizando las compras en el mercado por lo tanto aun faltaba para que llegaran, intentaría alargar lo más posible para Yamile Riveros que al cochino del sargento se le ocurrieran ideas más degeneradas, aun en su mente pensaba que tal vez aquel hombre se compadecería de ella y entendería de una vez por todas que todo era una equivocación y que la dejaría en paz,


 


--Por favor sargento déjeme... yo no soy eso que Usted dice... como no me entiendeee...! Dejemeeee!!, le decía en forma suplicante con sus ojos entrecerrados y mirando como el viejo no cesaba en sus besuqueos en el cuello, hasta que este una vez que paro de besar y lamer, la tomo rudamente de sus muñecas poniéndoselas con firmeza contra el muro cada una a un lado de su cara para luego decirle,


 


--No sé porque mierda me estás dando tantos problemas so putaaa!! Si yo mismo he comprobado que en las noches te largas a andar parando vergas por las esquinas, seguro que con este culazo y estas chichotas que te cargas deberás ganar mucho dinero para comprarte ropa y esas chucherías que a Ustedes la zorras jóvenes les encanta comprarse, así que por favor ya no me jodas y comienza a comportarte como eres realmente...


 


Yamile Riveros sentía todo el peso de su cuerpo y el del viejo contra el frio muro donde la tenían atracada, veía y se daba cuenta que ha medida como este le aclaraba la situación la miraba en forma aterradoramente lasciva y alternada a sus ojos y a sus tetas que solo estaban a centímetros de su horrenda cara, mirada que la hicieron recordar a don Pedro, pero su cara... su morena cara se la imaginaba áspera, con ese grueso pelo negro extrañamente casi sin canas, con una llamativa población de cejas espesas, todo esto le recordaba a un conocido actor latino que ella había visto en alguna película y que se caracterizaba por andar haciendo de las suyas con un tremendo Machete, pensamientos y sensaciones que la hicieron experimentar un furtivo estremecimiento mitad miedo y mitad de una extraña excitación al saber de estar en aquellas condiciones con semejante hombre y sumado a que su madre y don Benito en cualquier momento podrían entrar y sorprenderla en tan comprometedora situación con este mismo, fue el viejo quien la saco de aquel insólito nerviosismo,


 


--Vamos zorraaa... ya no te hagas la interesante y dame unos besos... El viejo nuevamente estiraba su labios intentando buscar los de Yamile Riveros, la chica intentaba por todos los medios posible Yamile Riveros que ocurriera aquello moviendo su carita a ambos lados del muro esquivándolo y diciendo,


 


--Don Eustaquio... n... no por favor... n... no lo ha... gaaaa... mi mamá y mi a... a... buelito están por llegar... n... nos podrían pillar haciendo eso que Usted quiere que ha... ga... mos... por favor d... de...jemeee...!


 


--Me importa una verga lo que piense tu madre y el viejo ese si nos sorprendieran!!!, Además que sería bastante tentador que toda tu familia se enterara que nos sorprendieron culiando, jejejje... Te gusta...!? te gustaría la idea que tu mamita y tu abuelito nos pillaran culeando aquí mismo en el living de tu casa!??


 


--N... Noooo...! n... no me gustaría...!!, le exclamo casi gritando la escandalizada chamaca al imaginarse tal situación...


 


--Entonces si no quieres que eso ocurra vamos cooperando, y empieza a hacerme cosas ricas que o si no te encuero ahorita mismo y te meto la verga hasta que ellos lleguen y me sorprendan preñándote, jajajaja!!!.


 


Al decirle esto último el sargento nuevamente se sumió a lamerle el cuello. En la mente de la chamaca quedo rondando esa última idea, que pasaría si su madre y don Benito la sorprendieran culeando con un viejo asqueroso, además que este le amenazaba con preñarla, amenazas que le hicieron recordar que en menos de un mes dos hombres distintos habían descargado sendas cantidades de semen adentro de su vagina, y que en estos precisos momentos había un tercero que también deseaba lo mismo, y si esto ocurría y la llegaban a preñar como diablos sabría quien sería el padre de ese engendro: don Pedro, don Severiano o don Eustaquio!!??.


 


Estos pensamientos se unieron a las ardientes lamidas de cuello que le estaban propinando ocasionándole una seguidillas de tímidos escalofríos que le recorrieron levemente la espalda, aun así se sentía humillada por que ya ni siquiera en su misma casa estaba a salvo, bien recordaba la oportunidad en que el asqueroso de don Lucas se había colado en su habitación y que a base  de manoseos y forzamientos lujuriosos habían estado solo a minutos de hacer eso que ahora le reclamaba este otro viejo aprovechador.


 


La escandalizada jovencita con lagrimas en sus ojos y resistiendo las asquerosas baboseadas que le practicaban en su cuello solo se daba a pensar en todo esto que le había ocurrido en el último tiempo, y de porque le pasaban a ella todo ese tipo de cosas, si ella era todo lo contrario, acaso su vida estaba destinada a complacer con su cuerpo a cuanto viejo caliente se cruzara por su camino?, se decía y se preguntaba mientras seguía sintiendo los desesperadas lamidas que le estaban dando en su garganta en aquellos febriles momentos.


 


El policía ya estaba más que caliente y mientras continuaba con sus besuqueos y lengüetazos también con una de sus manos se agarraba la verga que ya la tenía bien parada por sobre el pantalón.


 


Yamile Riveros temió lo peor cuando noto que el viejo la tenía tomada con una sola de sus manazas desde la cintura, y que con la otra se estaba sobando la verga, horrorizada como estaba la chamaca puso sus manos en el pecho de su caliente adversario intentando forcejear para ver si lograba separarse de él, pero don Eustaquio ya perdiendo los estribos con tal actitud por parte de la soberbia pendeja, la tomo fuertemente de los cabellos tirándoselos hacia abajo lastimándola y para luego decirle muy junto a su oído,


 


--Tu sí que eres burra puta de mierda, acaso quieres que espere a tu familia y les diga lo que haces por las noches a sus espaldas...!?, --Dime qué crees que pensaran ellos de ti si les digo que te sorprendí prostituyéndote en plena vía pública y que mas encima ibas encuerada estando acompañada por un mecánico!?, el viejo por cada palabrota que le decía en su mismo oído más fuerte la jalaba del cabello, --Así que dímelo tu mismo zorraaaa... vas a cooperar!?..., o muy lueguito todos se enteran de lo muy puta que eres...


 


Yamile Riveros muy asustada al imaginarse como quedaría su reputación si a ese deslenguado viejo se le ocurriera contarles esas falsedades a su familia, y como se decepcionarían de ella su abnegada madre y su cariñoso abuelito, sumado a lo muy adolorida que estaba por la brutalidad en que el viejo la tenía tomada de sus cabellos solo se dio a contestarle,


 


--Está bien...! está bien...!!, el viejo seguía mechoneandola,


 


--Está bien que !!?? zorraaaaa!!!!


 


--Voy a cooperar... pero señor Sinforoso... no le cuente nada a mi familia... y ya no me tire del pelo...!!!


 


El viejo poco a poco fue aflojando, hasta que nuevamente jalándola un poco más fuerte se dio a darle una de sus nuevas instrucciones...


 


--Bien putaaa...! veo que desde ahorita nos entenderemos mejor, y quiero que tengas claro que desde este mismo momento en las oportunidades en que te dirijas a mi... o cuando ya estemos cogiendo... me deberás llamar como... "MI SARGENTOOO!!!", te queda claro zorraaaa?!!!!


 


--Siiii!!, grito Yamile Riveros para Yamile Riveros que el vejete siguiera lastimándola,


 


--Si... queee...?! estupidaaa!!!


 


--Si... mi... mi... s... sar... sargentooooo!!!!, le contesto Yamile Riveros casi gritándole para que este desalmado y aprovechador vejete ya no la siguiera lastimando.


 


El sargento Sinforoso muy caliente como ya estaba y sintiéndose satisfecho con sus logros la soltó del cabello y nuevamente volvió a estrecharla por su estrecha cintura disfrutando con sus propias manos el voluminoso cuerpazo que se gastaba la nueva y joven putita que se había encontrado y que a corto plazo pensaba sacarla de las calles y dejársela para el solo como su juguete sexual, a la vez que la comprimía fuertemente hacia él para que le sintiera lo muy parada que tenía su verga gracias a ella, esta se la hacía sentir en una de sus piernas ya que por su baja estatura no alcanzaba a ponérsela en la vagina, al mismo tiempo que empinándose como pudo acercó su boca a la desesperada carita de ella tratando de besarla en esos frescos labios semi abiertos que parecían estar esperando a los suyos, pero la obstinada jovencita nuevamente le volteo la cara de lado diciendo,


 


--Noooo...! p... por favor d... déjeme...!! s... suéltemeeee...!!


 


El ya enfurecido hombre por la actitud obstinada de la putilla esa que se le estaba poniendo más que difícil, subió sus manos para garrarla firmemente de su cara y ya sin más la jalo hacia abajo y por fin se apodero de aquella jugosa y sensual boca mandándole un beso opresivo y asfixiante, sintiendo en sus fauces ese delicioso aliento a menta mezclada con frutas que emanaba de esa fresca boquita que él estaba invadiendo a la fuerza.


 


Por su parte la escandalizada nena se mantenía con sus hermosos ojos verdes completamente abiertos sintiéndose horrorizada al notar como el caliente aliento a pernil con ají que emanaba de la bocota del vejete se internaba en su cavidad oral, a la misma vez que sentía como esa gruesa y caliente lengua se introducía en su delicada y fina boca usurpándolo todo y que se movía como culebra buscando enredarse con la lengua de ella, además de sentir como esos largos bigotes mexicanos le raspaban distintas partes de su carita debido a como el viejo policía movía su cara sin despegar un solo centímetro su boca con la de ella, intentado de hacer ver de lo más apasionado ese asqueroso beso que le estaba robando intentado extraerle hasta la última gota de oxigeno de sus pulmones,


 


--Mmmmssptsss...! Mmmmmsssptsssssss...!!!, se escuchaba el sonido de bocas que se comían en el comedor de la casa de la colegiala, mientras ella en forma desesperada se movía agitadamente contra la pared ante aquel brutal besuqueo que le estaba plantando el indisciplinado uniformado.


 


El viejo sintiéndose dueño de la situación y más caliente que nunca ya la deseaba con desesperada lujuria, una vez que despego su hocico de los rojos labios de Yamile Riveros quedaron llamativos puentes de gruesas babas que unían ambas bocas, la casi asfixiada chamaca quedo respirando agitadamente a causa de la falta de aliento en que la dejo aquel hombre con su asqueroso besuqueo, pero este estaba decidido a calentarla a como dé lugar por lo que poco a poco fue acercando su bocaza al suave cutis de la nena para comenzar a meterle su lengua en la oreja, provocándole exitosamente con este tratamiento unas ricas sensaciones a la atribulada Yamile Riveros quien ahora se retorcía de desesperación por aquellos desquiciantes escalofríos que la estaba haciendo sentir aquel odioso policía aunque ella no lo quisiera.


 


Para luego este desalmado uniformado nuevamente comenzar a besarle su ya sensible cuello, en tanto que una de sus manazas ya se apoderaba de una de sus magnificas tetas sobándosela y manoseándosela en forma impulsiva.


 


La exaltada chiquilla al notar tan atrYamile Riverosdos manoseos ya que el viejo con su otra mano ya le estaba sobando y sintiendo su exquisito y duro trasero, solo se dio a nuevamente empezar a pedir clemencia, ya que notaba como nuevamente su cuerpo comenzaba a dar señales de querer traicionarla,


 


--N... Noooooooo...! n... noooo por f... fa... favorrrr...! no lo ha... hagaaaa...!! d... de... dejemeee...!!!.


 


Pero el viejo no la escuchaba para nada ya que estaba embelesado en todas esas redondeces y tremendas curvas de Diosa que se gastaba la endiablada chamaca, solo se daba a amasar, estrujar y apretar toda aquella tierna carne que en aquellos momentos tenía a su alcance.


 


Yamile Riveros totalmente en contra de su voluntad estaba sintiendo esos deleitosos y arrebatadores escalofríos que ella ya bien conocía, aun así estaba horrorizada, sabía que en cualquier momento llegaría su madre con don Benito, y por mas que le pedía al vejete que la soltara este parecía prenderse aun mas de su cuerpo, en eso sintió como el viejo ahora con ambas manos se extasiaba apretando y masajeándole en forma exasperada ese par de imponentes y duras nalgotas que ella se cargaba, el policía al no poder puntearla con su verga en la vagina debido a su escasa estatura, ya que aquella tremenda chamaca era más alta que él, como ya se dijo, se entretenía en apuntalarle su tranca en uno de sus muslos, para que ella sintiera su poderío aunque sea en una de sus maravillosas piernotas.


 


--Ufffff que culazo es el que te gastas pendeja...!!! El viejo aun no se la creía, ya tenía toda su frente traspirada, la asustada nena veía como el sudor le bajaba por su cara y su cuello, pero el sargento continuaba con sus aclaraciones, --Creo que tendré que culearte ahorita mismo... si estas aun más rica de lo que me imaginaba desde que te vi encueradaaaa!!!.


 


Yamile Riveros con horror escuchaba lo que le decía su nuevo violador, mirándolo levemente vio sus oscuros ojos con las pupilas enrojecidas producto de la inmensa calentura de la cual estaba siendo asaltado su dueño, la nena no sabía que decir ni que contestar ya que con lo que le decían su cuerpo estaba comenzando a ser asaltado por un excitante y rico estado de nerviosismo, mientras el vejete seguía restregándole su erecta verga en su muslo izquierdo.


 


--Vamos chiquita... qué me dices!? qué tal si comienzas a sacarte la ropita y nos ponemos a culear aquí mismito tirados en suelo... si lo hacemos ahorita demás alcanzamos a hacerlo antes de que llegue tu mami con el otro viejo, jejeje...


 


En aquel delirante estado en que se encontraba la chamaca pensaba que ella por nada del mundo se iba a poner a hacer eso que el policía le estaba pidiendo, pero en alguna parte de su mente admitía que le agradaba mucho el solo hecho de que la haya tratado de "chiquita", por lo que su exquisito nerviosismo iba en franco aumento, solo se dio a contestarle en forma murmurante y con sus ojitos mirando hacia el lado contrario de la fea y resquebrajada cara del moreno funcionario público,


 


--N... Noooo... no p... po... de... mosss... n... nos podrían p... pi... pillaaarrrrr...!!!


 


Al sensual y caliente vejete notando al instante que la nena estaba comenzando a bajar la guardia, ya no le importaba nada, le valía una verga que la madre de la nena con el otro viejo lo sorprendieran cogiéndose a la chamaca, pensaba que si eso sucedía, les diría que la pendeja esa que ellos creían una santita era realmente una vulgar puta callejera y que más les convendría quedarse callados, o cualquier cosa le serviría para salir del apuro, el asunto era que en esos momentos le daba lo mismo lo que ocurriera, solo se la quería coger.


 


--Ya mamacitaaa...! ya no te hagas...! yo se que ya estas caliente...! qué tal si le das a probar a mi verga de tu zorrita, así tal como lo haces con tus clientes por un poco de dinero... entiende que yo también te quiero culear!!.


 


En eso el degenerado uniformado bajo sus manos por debajo del vestido de la nena para luego volver a subirlas y por fin comenzar a sentir y a masajear con sus propias palmas las sedosas carnes de las nalgas al desnudo de la atrayente chamaca, lo que lo llevo a un delirante estado de ansiedad sexual al experimentar por vez primera tanta tersura en aquel endiablado culazo que el mismito estaba manoseando,


 


--Ohhh putaaaa!!! que suavidad que te gastas en el culoooo... que par de nalgotas son estas que te cargas perraaaa!!!, le decía al mismo tiempo que se las apretaba y accionaba contra su cuerpo. El viejo no daba crédito a aquella excitante suavidad que tenia la nena en sus nalgas y lo muy formidable que era sentir las curvas de sus redondeces.


 


Don Eustaquio Sinforoso estaba en el cielo, ya que la tenia atracada a la pared y con su cuerpo la empujaba punteándola con su verga en su muslo incluso logrando levantarla unos buenos centímetros del suelo a pesar de su baja estatura, como si de verdad se la estuviera cogiendo mientras no paraba de manosearle el trasero en forma desesperada.


 


Yamile Riveros con sus ojos cerrados y aunque quería, ya casi no oponía resistencia, mientras pensaba en que palabras ocupar para resistirse se daba a  sentir esa tremenda y dura erección en su muslo escuchando aquella vulgar granizada de peladeces e insultos en que la estaba tratando este nuevo hombre que había aparecido en su vida.


 


El viejo que no era tonto y que ya creía saber cuál era el real estado en que tenia a la bella chamaca aumentó la fuerza de su pelvis en el muslo de la nena a la vez que continuaba con sus groserías para ver si la pendeja se atrevía a ponerse a culear con él antes de que llegara su madre y su abuelo,


 


--Siente mi verga en tu piernota pendeja...! yo se que te gustaría sentirla en otra parte de tu cuerpo... jajajaja, le decía por cada movimiento pélvico que le mandaba, para luego continuar, --Te gusta zorraaa!?... Tu gustaaaa!!??... te gustaría sentir mi verga abriéndote el tajo que tienes ahí abajo perraaa...!?


 


Yamile Riveros se mantenía con su cabeza apoyada contra el muro, con sus ojos cerrados y extrañamente ya estaba respirando por la boca, el viejo advertía esta situación así que sin pensársela dos veces, se lanzo a darle una serie de asquerosos lengüetazos en aquella desprotegida zona de su cuerpo que era su cuello.


 


Para la joven colegiala sentir la verga apuntalándole uno de sus portentosos muslos en combinación con los ricos escalofríos que estaba sintiendo con la tibia lengua del viejo recorriéndole las diferentes partes de su garganta, sumado a las ordinarieces e insultos que le decían justo al lado de su oreja simplemente le estaban haciendo perder los sentidos, la nena solo emitía unos tímidos balbuceos que ya hasta ella misma sabia que de nada le servirían,


 


--N... Noooo... Ssssss... Ohhhhh... noooo... Ssssss... n... nooo... p... por f... fa... fa... vorrrr m... mi... mi s... s... sa... sar...gen...toooo... ya noooo...!


 


El astuto viejo comprendiendo que esa rica lechita ya estaba por hervir lentamente comenzó a subirle el vestido, la chica no hiso ni el más mínimo gesto de impedir esta situación, solo le decía entre balbuceos y con sus ojos cerrados,


 


--Nooo... Nooooo... por fa... vorrrrr... no lo ha... gaaaa... no ha... gaaaa e... e... esoooo...!!


 


El decidido y caliente policía fue subiendo su vestido poco a poco sin dejar de apuntalarla, lo paso por la altura de su ombligo contemplando aquella esbelta cintura con unas brillosas y suaves caderas, y con solo ver ante su ansiosa mirada aquella juvenil y diminuta ropa interior casi lo hacen perder la razón a causa de la tremenda calentura a la cual ya estaba entregado, aquella provocativa tanguita negra con un corbatín al medio de ella ya estaba que se cortaba por lo tan tirante que se notaba en aquella relucientes y suaves carnes, a la vez que el enloquecido viejo seguía subiendo el vestido hasta lograr pasárselo por sobre las tetas notando que estas casi estaban pidiendo a gritos ser liberadas para su más escandaloso manoseo.


 


Luego de enrollarle el vestido en el mismo sujetador, el viejo se dio a darse el mayor de los gustos visuales de su vida, la tenía prácticamente semi desnuda, y a la chica parecía no importarle  tal situación, aun se mantenía respirando por su boca y balbuceando incoherencias que ya ni se le entendían, por lo que él solamente se daba a devorársela con su caliente mirada y a sobajearle las nalgas sin parar, las sensaciones en sus toscas manos eran indescriptibles, nunca en su vida había experimentado tal suavidad en carnes femeninas, la chamaca se gastaba un cuerpazo de campeonato, y la extraña forma en que ella se estremecía ante sus desvergonzados manoseos lo calentaban hasta la locura.


 


Por su parte las ricas sensaciones que estaba sintiendo la chamaca ante tan lujuriosos manoseos en su cuerpo y a tanto lengüeteo en las partes más sensibles de su cuello lentamente se iban apoderando de su conciencia en donde ya casi no existía el más mínimo porcentaje de voluntad propia, y esto se representaba en los constantes estremecimientos de su loable figura que la hacían contonearse en forma exquisita, ya ni siquiera recordaba que su madre y don Benito ya debían venir de regreso del mercado y que en cualquier momento podrían hacer su aparición, para ella esto simplemente ya no existía ni tampoco le importaba.


 


Como tampoco fue consiente cual fue el momento en que el sargento sin parar de apuntalar su verga contra su misma pierna con una de sus manos había desabrochado su cinturón y sus pantalones, y que ya hacían unos buenos minutos que este se encontraba con los pantalones abajo y restregándole su verga y glande a pelo en su suave muslo.


 


El caliente vejete aprovechándose del lamentable estado sexo-emocional de la chamaca rápidamente se quito la sudada camisa de su uniforme dejándola caer a un lado de donde estaban ellos, para luego tomar la vestimenta de ella desenrollarla del sujetador y terminar de quitársela de su cuerpo, en donde la perdida nena ya sin razonamiento alguno alzo sus brazos para que al viejo no le costara trabajo despojarla de su vestido.


 


A todo esto la casi inconsciente colegiala aun se mantenía con sus ojos cerrados sintiendo aquel duro instrumento incrustársele en uno de sus muslos estando este todo mojado con los líquidos que el viejo iba expulsando de su verga a medida que la punteaba, sus grandes tetas parecían inflarse aun mas debido a lo agitado de su respiración.


 


El viejo aprovechando todo aquello no perdió tiempo en meter las manos por ambos lados de su cuerpo en franca dirección hacia su espalda con la única intención de destrabarle el sujetador para poder ver al fin esas colosales tetas que ya estaba desesperado por ponerse a chupar, la jovencita con sus manos puestas en el pecho peludo del sargento solo se daba a morderse su labio inferior, y como si esto fuese solo un mero trámite que tenía que hacerse por cumplir, únicamente se dio a emitir unos desganados gemidos,


 


--Noooooo...! e... eso noooo!! noooo lo ha... ha... gaaa...!! d... de... ten... gaseee... mi s... sar... gen... tooo...!!!


 


Pero el caliente viejo no se detuvo, de un solo tirón destrabo y retiro el sostén por los ya desnudos brazos de la chamaca dejándolo caer sobre su misma camisa liberando por fin aquellas soberbias montañas de carnes duras y relucientes que quedaron bamboleándose a solo centímetros de la cara del feliz vejete que ya se babeaba por la ansiedad de chupetearlas.


 


Se dio a contemplarla de pies a cabeza comiéndosela en forma anticipada con su pervertida mirada, dictaminando también que aquella joven y tremenda hembra era un verdadero monumento de mujer, por lo que volvió a agarrarla de sus nalgas para comenzar una nueva sesión de descarados manoseos a manos llenas.


 


Yamile Riveros por su parte al sentirse con sus tetas al aire libre experimentaba como todos los pelitos de su cuerpo se enervaban y se erizaban ante todas aquellas exquisitas sensaciones que recorrían su monumental cuerpazo de Diosa al ser manoseada de aquella desesperada forma, su cuerpo poco a poco había ido comenzando a responder a todo ese sobajeo, y ella solo esperaba nerviosa y expectante cual era el paso que ahora daría el aprovechador hombre que en esos momentos no se cansaba de comérsela con sus manazas y sus enrojecidos ojos, la chica solo continuaba respirando agitadamente puesto que creía saber lo que se venía a continuación, se podría decir que ya a estas alturas la colegiala, y aunque ella se lo negara a ella misma, estaba casi desesperada por que aquel grotesco policía de una buena vez por todas se pusiera a chuparle las tetas, sabía que ella se la podía para mandarse otra cacha con otro hombre distinto, a pesar de ya haberlo hecho esa misma mañana con su casi suegro, mientras esto pasaba por la mente de la ya semi caliente colegiala y debido a su agitada respiración sus espectaculares melones subían y bajaban en forma alucinante para el urgido sargento.


 


El vejete ya no aguantándose más y sin más preámbulos fue subiendo las palmas de sus manos sin despegarlas ni un milímetro de aquella enloquecedora suavidad de la piel de la chamaca, pasando por sus caderas y su cintura dándose por unos buenos segundos a palpar y sobajear a su antojo para sentir y experimentar todo aquel manjar de carnes femeninas que la jovencita tenía en aquella parte de su cuerpo, las sentía tan suaves como la seda, para luego seguir subiéndolas y experimentándolo todo.


 


Hasta que por fin en forma emocionada y teniéndola a ella con sus ojos cerrados y sus sensual boquita abierta, tomo cada una de sus tetas con sus manos y comenzó a masajearlas y apretarlas con depravación, disfrutando y sintiendo a tope su extrema dureza y magnifica suavidad.  


 


Se las recorría con las palmas de sus manos en todo su contorno desde la base hasta los pezones, friccionándoselas y amasándolas en forma circular cada vez con más ímpetus, sintiéndolas y sopesándolas mientras seguía punteándola si como de verdad le estuviera culeando su muslo.


 


El viejo fue testigo de cómo fue la misma chamaca que a modo de rendición bajo su cabeza hacia adelante apoyando su frente en la de él, la vio con sus deliciosos y jugosos labios semi abiertos sintiendo en sus mismas fauces su exquisito aliento al estar exhalando por estos, por lo que sin pensársela mas aprovecho la ocasión para estamparle otro asqueroso beso con lengua que ahora si la jovencita luego de unos nerviosos segundos por parte de ella, lo acepto y lo recibió de buen agrado enredando por fin su fresca lengua con la gruesa y apestosa legua caliente de él.


 


El asqueroso beso por cada segundo que pasaba era más apasionado por parte de ambos, la pestilente hiel pasada a pernil con ají se entre mezclaba con la fresca saliva con olor a menta de la exquisita chamaca que en esos momentos parecía estar disfrutando el compartir sus flujos salivales con las asquerosidades bucales del aquel aprovechador hombre que estaba jugándosela toda por calentar a tan tremenda colegiala.


 


Al sargento le faltaban manos para recorrer todas aquellas diabólicas curvas que la nena se cargaba en su cuerpo, sentía esa fresca lengua enredarse con desesperación con la de él, ambas bocas se comían y absorbían intercambiando grandes cantidades de babas y salivas contaminadas con carne de cerdo y condimentos varios que se desprendían de los amarillentos dientes del viejo las cuales la colegiala se las tragaba con determinación.


 


El viejo uniformado estaba en la gloria, por lo que ya casi sin pensársela quiso darle más emoción a todo aquello que estaba ocurriendo, poso sus dos temblorosas manazas producto de la excitación del momento en la estrecha cintura de Yamile Riveros para luego y mientras continuaban besándose ir corriéndolas hasta la zona de sus caderas en donde se encontraban los elásticos de la pequeña tanguita negra de la nena, metió ambos dedos pulgares por cada lado de sus suaves caderas entre el tirante de tela y la piel de la chamaca y simplemente se los comenzó a bajar mientras seguían besuqueándose ante la pasividad de la entregada y perdida chamaquita.


 


El viejo policía a medida que iba bajando aquella diminuta prenda intima y femenina estaba eufórico, no sabía si dejar de besarla para bajar su mirada y poder contemplar con sus propios ojos su caliente proeza de estar desnudando por completo a tan atractiva jovencita o seguir comiéndosela por la boca tal como lo estaba haciendo en aquellos momentos, la pequeña prenda mientras era bajada ya estaba descubriendo los primeros pelitos negros de la monumental jovencita.


 


Mientras esto sucedía nuestra excitada y perdida Yamile Riveros tenía sus dos manos en el pecho del moreno policía pero ya sin ganas de querer que este se separara de ella, solo se daba a seguir enredando su lengua con la del policía, sus dedos temblorosos parecían que en cualquier momento se dedicarían a sentir esa dura piel del peludo pecho entre canoso del viejo, mientras este a sabiendas que los calzones de la chamaca ya iban a la mitad de sus muslos según calculaba subió nuevamente sus manazas para apoderarse de ese tremendo culazo al desnudo que se cargaba la pendeja, a la misma vez que se separo de su boca para empezar a bajar con esta y sus bigotes por la garganta de la nena dirigiéndose a esas atrayentes tetazas.


 


Yamile Riveros con sus ojos entrecerrados y su carita ya media sonrosada solo miraba la operación sintiendo en su piel el caliente aliento del vejete como bajaba lentamente entre besuqueos y lametones por su cuello, sabía que el objetivo de este era uno solo: sus tetas!!!.


 


La carita de la nena por el solo hecho de saber en las condiciones en que la tenían en su propia casa y con su madre a minutos de llegar, simplemente esa carita que ya todos conocemos o imaginamos ahora era de calentura total.


 


El buen sargento a pesar de saber que ya la tenía con la zorra al aire y con la tentación de poder por fin mirársela sabía también que con su lengua ya la estaba raspando en la suave piel de sus melones, por lo que la miro con sus penetrantes y cejudos ojos, y al verla mirándolo con una mirada de putilla deseosa de verga según él, instintivamente se dio a abrir su tremenda y depredadora bocota para ir lentamente acercándola a su suculento objetivo y cuando ya sus labios abiertos impactaron en forma chupeteante con este literalmente comenzó a comerle una teta, dedicándose especialmente a succionarle con hambrienta desesperación el pequeño y rosado pezón que estaba duro como una piedra según lo comprobaba con su nervio lingual, mientras con una de sus manos se daba a acariciarle la otra jugando con su dedo pulgar y el pezón que quedaba libre.


 


Yamile Riveros a la misma vez de sentir esa gratificante lengua en uno de sus pezones y que se combinaban con intensas y tibias succiones en sus melones experimento unas enloquecedoras y exquisitas punzadas muy al interior de su vagina por lo que en forma instintiva lo abrazo con uno de sus delineados brazos por detrás de la cabeza presionándolo e instándolo a que le comiera las tetas todo lo que él quisiera, mientras que con su otra manita bajo hasta la altura de sus enrollados calzones en sus muslos para terminar siendo ella misma quien los deslizaba hacia abajo levantando una de sus hermosas rodillas para que este por fin se deslizara y cayera hasta sus tobillos, a la misma vez que con sus piececitos se retiraba sus zapatillas de mediano taco para quedar totalmente desnuda y descalza ofrendada a la lujuriosas intenciones del viejo para que este hiciera con ella lo que quisiera, demostrándole su autorización para aquello estremeciéndose y arqueando su espalda.


 


Fue en eso que sintió como la otra mano del viejo tomaba cabal posesión de su desprotegida vagina que al sentir aquella invasión de dedos reacciono en forma refleja dejando salir de esta una no menor cantidad de líquidos vaginales que en forma involuntaria la hicieron poner sus ojos en blanco por lo muy rico que estaba sintiendo.


 


Antes de esto, el viejo al sentir como era la misma nena quien estaba terminando de encuerarse sin que nadie se lo pidiera no se aguanto la tentación de sentir aquella femenina grieta intima que poseía la chamaca en la parte media de su cuerpo, y cuando lo hiso con su mano una vez que la bajo de sus tetas, esta con el solo tacto en la intima hendidura de la chamaca instantáneamente fue bañada con una fuerte eyección de líquidos calientes, por lo que el encantado vejete se separo de la teta que le estaba chupando con desesperada devoción y al verla como ella estaba con sus ojos en blanco y aun sintiendo el exquisito micro orgasmo que había sufrido con el solo tacto de su manaza supo que la hembrita ya no daba más de calentura así que le dijo,


 


--Jajajajaja... mira nada mas como te calientas perraaa...! tus clientes te deben de dar muy buenas propinas por las tremendas meadas que seguramente les debes mandar cuando te culean, jajajaja!!!.


 


En eso se dio a darle a modo de agradecimiento unas fuertes succiones en sus tetas, alternando las chupadas entre una y otra a la vez que con su dedo medio no paraba de dibujarle la pequeña extensión de su grieta vaginal, la cual se la sentía tibiecita, con lo que logro calentarla más de lo que ella ya estaba, consiguiendo con esto arrancarle los primeros gemidos y suspiros de placer debido a las arrolladoras sensaciones que la nena estaba sintiendo en todo su cuerpo, especialmente en su vagina, esas ricas sensaciones que muy en su contra la estaban haciendo entregarse por completo.


 


--O... Oh... Ohhhhh mi s... sar... sargentooooo... A... Ah... Ahhhhhh... Mmmmmm..., gemía la colegiala mientras la succiones en las tetas continuaban con mas frenesí, además de lo muy rico en que la estaban masturbando,


 


--Y ahora qué me dices putaaaa...!?, dijo el viejo de pronto separándose de uno de sus melones, --Nos pondremos a culear antes de que llegue tu mami con el viejo!?


 


Yamile Riveros solo lo escuchaba gimiendo y retorciéndose de una muy rica calentura a la misma vez que  sus delicados dedos se introducían en los tiesos cabellos de otro viejo que nuevamente y en menos de 24 horas la estaba haciendo perder los sentidos, y ya perdiendo total compostura por lo ardiente de la situación le comenzó instintivamente a menear su pelvis en la mano que aun la masturbaba.


 


Los movimientos que hacia la caliente jovencita eran realmente exquisitos, eran de coito y de cacha, si como verdaderamente estuviera culeando con alguien, el viejo supo al instante que ya esa hembrita estaba lista para el apareamiento, y que con esos incitantes movimientos pélvicos la excitada nena le respondía en forma afirmativa su erótica consulta.


 


--Aahhhhh  que rico te meneas putaaaa...! no sabes cómo te busque por toda la ciudad para cogerte...!,  le dijo finalmente el sargento no esperando respuestas a sus anteriores preguntas.


 


Y poniendo el dicho al hecho el muy caliente vejete, aunque en aquellos momentos le hubiera gustado de hacerle miles de cosas antes de metérsela, ubico su erecta tranca en la parte media del desnudo cuerpo de la chamaca para luego tomarla con ambas manos de las caderas ejerciendo presión en su cuerpo hacia abajo para que ella descendiera con su cintura y panocha para el poder al fin encajársela.


 


La nena entendiendo perfectamente cuál era la idea de aquel ritual, solo al sentir las manos del viejo en sus caderas y de la forma en que este las presionaba hacia abajo se dio a mirar la herramienta que pretendían incrustarle por la zorra, desde su posición pudo ver un glande morado y aceitoso que aparte de asemejarlo a una gran ciruela muy jugosa, este se encorvaba a medida en que el viejo se lo jalaba como dándose fuerzas para cumplir con lo que se había propuesto.


 


También notaba que esta nueva manguera de carne que a lo mejor no era tan larga como la de don Pedro o don Severiano, pero que si se las ganaba en grosor, ya que calculaba que esta tendría una dimensión muy parecida al de una lata de desodorante ambiental, y que era oscura y totalmente venosa como las anteriores que a ella ya le habían metido, con el típico enjambre de pelos negros y tupidos en su base, y que debería andar por lo menos en unos 18 centímetros de largo, observaciones que sencillamente se le hicieron tentadoras, y ya queriendo también probarla con su vagina  simplemente cerro sus ojos a la vez que se mordía su exquisito labio inferior, separo sus piernas para poder flexionarlas, y en forma pausada fue haciéndolo, bajando su cuerpo para buscar con su jugoso tajo de carne el aceitoso glande que por varios minutos ella había estado sintiendo restregarse contra uno de sus muslos.


 


El contacto de ese grueso palo cabezón con su panocha fue electrizante para la caliente chamaca, el glande ya estaba esponjosamente posado justo al medio de sus labios vaginales solicitando autorización para su ingreso, la nena pensaba que su joven vagina se derretiría en cualquier instante, pero todo se fue al traste para ambos, ya que cuando el viejo se concentraba para impulsarse hacia adentro del cuerpo de la entregada joven, claramente la pareja sintió las voces de don Benito y de la madre de Yamile Riveros que conversaban afuera de la casa y hacían sonidos con las llaves para entrar a esta.


 


--Es mi mamá!!!, exclamo la jovencita por lo bajo y ahora con sus ojos totalmente abiertos y como si hubiese visto al mismísimo demonio en persona incorporándose y separándose del ancho pecho del gordo policía...


 


--Me importa una mierdaaaa!! yo no me voy sin probarte la concha!!! le dijo el lujurioso vejete sobándose la verga y no importándole lo que iba a suceder solo a segundos, su nivel de calentura sobre pasaba todos los limites de cordura, solo la miraba con sus ojos resquebrajados con deseosa lujuria.


 


La chamaca rápidamente y en pos de proteger su reputación ante su abnegada madre y su abuelito desnuda como estaba y ante la aun ardiente mirada del policía que en esos momentos lo único que llevaba puesto eran sus zapatos y calcetines, recogió como pudo todas las vestimentas de ellos desde el suelo, sintiendo por primera vez en su vida el peso de un arma de fuego, ya que esta colgaba en su cartuchera en los pantalones del viejo, como así mismo corrió a la mesa a retirar la carpeta de este para lanzarlos hacia su cama al interior de su habitación, una vez hecho esto se dirigió a él con voz suplicante,


 


--Métase en mi habitación... rapidoooo...!!, le dijo la jovencita a aquel extraño hombre que estuvo a un pelo de poseerla, los segundos corrían y temía que en cualquier momento se iba a abrir la puerta.


 


El viejo que estaba solo a dos metros de donde estaba la desnuda joven se dio a recorrerla por primera vez a cuerpo completo, con su libidinosa mirada la contemplo tal como ella había llegado a este mundo, determinando ahora con definitiva convicción que su figura era imponente y exquisita, veía unos muslos firmes y femeninamente bien formados, con una cintura perfecta y delineadamente dibujada que daban paso a su tronco y a sus tetas las cuales el había estado chupando, estas eran dos globos carnosos que casi no se movían por cada movimiento que hacia aquella desesperada y joven Diosa, y poniendo especial atención en aquella exquisita y atrayente vagina, parte principal y significado manifiesto y categórico de su belleza en donde se pudo percatar que esta estaba casi desprovista de pelos, solo eran unos cuantos tímidos bellitos negros y brillosos que la hacían lucir alucinantemente irresistible para él o para cualquiera.


 


El viejo calentándose aun más con aquella encantadora criatura desnuda y asustada ante sus ojos, solo le contesto,


 


--Pero me prestaras la zorraaaa...!?, su respuesta fue con su enrojecida mirada puesta fijamente en la vagina de la horrorizada joven que aun sentía como se movía el manojo de llaves al otro lado de la puerta, y ella ahí desnuda con un viejo que lo único que hacía era jalarse la verga no importándole nada su desventurada situación.


 


--Por favor señor Sinforoso... no me haga esto... tal vez otro día lo haremos... pero por favorrr... ahora métase a mi habitacionnnn..., le rogaba en voz bajita...


 


--Noooo... yo quiero hacértelo ahoraaaa!!!


 


--No puedooo... mi mama entrara en cualquier momento...


 


--Entonces no entro... quiero ver qué explicación les darás cuando te vean encuerada y conmigo en estas condiciones, jejejeje..., le decía y reía el viejo entre susurros...


 


--Por favor mi sargentooo... , continuaba rogando la chamaca, --Entre a la habitacionnnn..., su voz ya era un hilillo,


 


--Solo si nos acostamos ahorita mismo... sino... ni lo pienses... yo les diré que me engatusaste con tus zorrerías y les mostrare el parte!!, le contesto en forma terminante y amenazadora.


 


--Ya... ya... esta biennn...! me acostare con Usted... pero solo entreeee...!, la asustada chamaca solo le contesto para salir de la situación, pero el policía lo dio por sentado...


 


--Hechooooo!!, le contesto el viejo y así justo en el momento en que se abría la puerta de entrada de la casa, la puerta de la habitación de Yamile Riveros se cerraba.


 


Una vez ya al interior de la habitación, la chamaca rápidamente tomo una toalla y cubrió su cuerpo, de reojo miraba al viejo policía que estaba parado desnudo, con el pico bien parado y mirándola con la misma cara de un perro caliente antes de cruzarse por instinto con su perra.


 


Apenas la angustiada jovencita se pudo por fin ajustar la toalla por debajo de sus brazos le dijo,


 


--Espéreme aquí y no haga ruidos...


 


--Y para donde se supone que vas putilla...!?, el viejo pensó que tal vez la nena lo podría dejar plantado allí y hacerle una mala jugada,


 


--Hable más bajo que nos pueden escuchar...


 


--Pus intenta demorarte poco reinita, le dijo el viejo tomándola de un brazo y atrayéndola hacia su humanidad --Mira que si te demoras o me haces una pendejada, yo mismo salgo a buscarte y te culio delante de tu mami, y en una de esas capaz que ella también toque parte... se nota que tu heredaste de ella lo zorra y puta que eres para tus cosas, jajajaja!!!...


 


La nena mirándolo con cara de odio por cómo se estaba refiriéndose hacia la persona a quien ella mas amaba en la vida, solo le dijo,


 


--Es Usted un viejo pelado... aun no entiendo cómo trabaja de policía...


 


--Jajajaja... tal como tú lo haces de puta zorraaaa!, así que por weona para tus cosas ahora no te me vas para ningún lado.


 


El viejo quien ya no se aguanto más de tanta calentura acumulada simplemente la tomo ahora con sus dos manazas y junto con arrebatarle la toalla de su cuerpo se dio a volver a devorarle las tetas con ansiosa desesperación,


 


--Srppppssssss...! Srpssssssss...! Srpsssssssss...!, se escuchaba en el silencio de la habitación, mas el sonido de jadeos de cuerpos que se rozaban uno contra el otro y respiraciones agitadas,


 


--Noooo... d... dejemeeee... nos pueden e... escucharrrrrr..., le decía en voz susurrante la alterada colegiala temiendo que su madre o don Benito notaran algo raro e irrumpieran de un momento a otro al interior de la habitación.


 


--No me interesa... Srpsssss...! Srpsssssss...!! Srpssssss...!! si entran... Srpsssss...!!! al viejo me lo despacho... Srppppssss...!!, don Eustaquio le hablaba y chupaba las tetasas en forma alternada, --... y a tu madre me la culeo junto contigo... Srrpppssss... así que intenta no gritar desgraciadaaa!!!, Srrrrrrpsssss!!!!, el corrupto policía estaba vuelto loco por la lujuria solo deseaba poseer a la chamaca no importándole las consecuencias.


 


Una épica lucha de cuerpos se libraba al interior de la habitación, ambos cuerpos de pie batallaban en silencio para no ser descubiertos, una por separarse y el otro por seguir comiéndole las tetas a su deseable opositora, solo se escuchaban los roces de los cuerpos y las fuertes pisadas de pies descalzos que guerreaban.


 


Entre empujones, aleteos y fuerzas en las piernas por parte de ambos lentamente y en forma casual llegaron a un lado de la cama, ocasión que el viejo aprovecho en el acto para dejarse caer en ella con todo el peso de su cuerpo y con la chamaca enredada a él, y con una de sus tetas en la boca.


 


--Noooooo... q... que haceeeee... mi m... mama nos p... puede e... escucharrrrr..., le decía en voz bajita y tendida de espaldas sintiendo como el viejo le succionaba una teta y como nuevamente le clavaba la verga en uno de sus suaves muslos,


 


--Jajajjaj... ya te dije que no me interesa que la otra puta nos sienta como cogemos... te voy a comer entera putita y en las mismas narices de tu familia, jajajaja... ahora nos dedicaremos a culear como mal nacidos así que ábrete de patas putaaaa...!!!


 


La nena viendo como ese caliente viejo no cejaba en sus lujuriosas intenciones, solo se daba a aguantar los febriles ataques hacia su cuerpo.


 


(5 minutos antes en la cocina de la casa)


 


--Entonces Isabel... estas segura que no quieres que te vaya a dejar al hospital?, le preguntaba don Benito a la madre de Yamile Riveros, a la vez que le ayudaba a sacar las compras de las bolsas,


 


--No es necesario don Benito, aun es temprano y ya con acompañarme al mercado es suficiente, le decía mientras guardaba las compras en lo alto del mueble de la cocina.


 


La suculenta y madura mujer estiraba su cuerpo para alcanzar la despensa. A pesar de estar humildemente vestida con una falda común y corriente enseñando la blancura de sus piernas pero solo hasta la altura de sus rodillas, y con una blusa no muy llamativa, Isabel aun se gastaba un cuerpo muy apetecible. Siendo ella casi de la misma estatura de su hija y con un poquito más de carne en su cuerpo producto de la edad aun le hacían ver como una hembra netamente antojable, su negro pelo en el cual ya se veían alguna que otra cana lo llevaba recogido tal como lo hacen las dueñas de casa. Su blanco cutis aun no era atacado por las feas arrugas que por esa edad ya se vislumbran en el rostro de cualquier mujer, y de por si la madura que a pesar de no arreglarse ni echarse porquerías en su cutis, aun así era de cara llamativa, o en otras palabras la mujer estaba bastante bonita, y al estar estirando su cuerpo tal como lo hacía en aquellos momentos en donde su figura mostraba cada una de sus curvas que a ella ya no le interesaba mostrar a nadie, le hubiese parado la verga a cualquier macho que hubiera tenido la suerte de contemplar aquella fantástica visión que la madre de Yamile Riveros en esos momentos le regalaba a don Benito, pero el viejito no la veía con esos ojos a la hembra, él la veía como a una hija, la misma que nunca tubo.


 


--Bueno entonces una vez que terminemos aquí ya me voy... además que ahora que habrá más presencia policial en el barrio las cosas deberán calmarse un poco, no crees?


 


--Si, seguro que si...


 


El viejito agudizando su oído miro en dirección a la habitación de la nena,


 


--Con quien está hablando la niña... me pareció haber oído voces en su habitación...


 


--Ahhh claro... debe estar hablando por celular con su novio... Usted sabe como son los jóvenes hoy en día...


 


El viejo recordando que el chamaco que visitaba a su nieta había estado rondando la casa esa misma mañana supuso que ella efectivamente debía estar hablando con él, por lo que bajo la guardia.


 


--Bueno entonces me voy... si necesitas algo tú ya sabes... solo me llamas y vemos que podemos hacer, y por favor hija cuídate en el trayecto a tu trabajo,


 


--No se preocupe por mi don Benito... yo solo le pido que cuide a mi Eve cuando yo no estoy en casa...


 


--Tu sabes que si hija... tu sabes que si, le iba diciendo el viejito mientras era acompañado por la impresionante madre de la chamaca a la puerta de la casa para despedirlo.


 


Lo que ninguno de los dos sabia era que en esos mismos momentos el buen policía que los había entrYamile Riverosstado solo hace una hora aproximadamente estaba solo a minutos de culearles la nieta y la hija en sus mismas narices a tan solo 4 metros de donde estaban ellos y solo separados por una pared.


 


Una vez que don Benito se retiro a su casa, la madre de Yamile Riveros se dirigió nuevamente a la cocina para prepararle algo de comer a su chamaca antes de irse al hospital.


 


(En la habitación de Yamile Riveros)


 


La colegiala sabiéndose acostada literalmente con un hombre extraño que por segunda vez en su vida veía y con su madre y su abuelito al otro lado de la puerta fue invadida por una extraña sensación de nerviosidad y miedo por ser descubierta por ellos en tan comprometedora situación, a la vez que sentía como este viejo sin vergüenza no se cansaba de chuparle sus endurecidos melones y moviéndose en su pierna como si realmente la estuviera culeando.


 


La situación para la nena era tan trágica como también extrañamente morbosa, ya que el solo imaginarse que en cualquier momento se abría la puerta de su habitación e ingresaban su mamá con don Benito y la pillaban en tales circunstancias con un viejo desalineado solo a segundos de meterle la verga, todo esto era una verdadera bomba de tiempo ya que sin ser consiente ella misma gradualmente y en forma rápida esa extraña sensación de desgracia ya daba paso a una nerviosa excitación que a la misma vez se iba transformando en autentica calentura, pero ella no estaba dispuesta a hacerlo con aquel viejo y con su madre a muy poca distancia de donde estaban ellos.


 


--Nooooo m... mi... sargentoooo... que haceeee!?, le decía la nenota sintiendo unas fuertes succiones en sus grandes tetasas,


 


--Te voy a meter la verga pendeja... jajajaja... lo vamos a pasar muy rico aquí en tu camita, jejejeje, así que ábrete de patas... Slurpsssss!!!, le dijo a la vez que le mandaba otra bestial succión en una teta.


 


--Por f... fa...vor Noooo!!!... n... no me lo hagaaaa...!!!, la nena entre cruzaba sus piernotas en decidida protección de su vagina, veía que el vejete estaba como loco,


 


--Siiiii...! si te lo voy a hacer putaaaa...!! y a solo metros de donde esta esa otra yegua que también me la voy a culear muy pronto, jajajaja..., el viejo se lo decía casi en sus mismas narices al estar intentando montarse a la fuerza sobre aquel curvilíneo cuerpo que se retorcía en la cama,


 


Yamile Riveros quien intentaba moverse sin hacer ruidos, pensaba en aquello que le había dicho el vejete, este le decía abiertamente que pensaba encamarse con su madre bajo cualquier circunstancia?, la situación se la imaginaba tan aberrante como extraña al imaginarse a su mami haciéndolo con algún hombre que no fuera su padre, hasta que por fin le soltó,


 


--Ellaaa... e... ella no lo hará con U... Us... teddd..., le dijo aun forcejeando y viendo como el vejete la inmovilizaba cruzando una de sus cortas pero musculosas y peludas piernas por sobre el suave estomago de la temblorosa chamaca,


 


--Si lo haraaa zorraaaa...!! por qué crees que me está invitando a almorzar...!?, le cuchicheaba vulgarmente en la misma oreja de la aterrada Yamile Riveros, el viejo continuaba. --Su concha está pidiendo a gritos que le metan la vergaaa...!, y yo se lo hareeee!, e incluso soy capaz de hasta violarmelaaaa...!!! Se lo hare en la misma cama en que ella lo hacía con tu papi antes de morirse...jajajjaj...!!! de seguro que cuando él se iba al trabajo y tu al colegio deben haber sido varios los que se la deben haber cogido... se le nota en la mirada la puta que lleva dentro... al igual que tu zorra asquerosaaa!!!, jajajajaja...!!!


 


El vejete estando montado a medias sobre el estilizado cuerpo de nuestra agraciada colegiala se daba a lamerla en la cara, a la misma vez que le chupeteaba en los hombros y bajaba a sus melones, se los succionaba con fuerzas ocasionándole algo de dolor como así mismo unas ricas sensaciones cosquilleantes que la recorrían entera. Entre su silenciosa lucha de querer escapar de aquel lujurioso vejete, veía como aquella gruesa verga descansaba y pulsaba en total estado de erección sobre su estomago y muy cerca de su ombligo el cual ya estaba chorreante de líquidos pre seminales que el viejo botaba por la verga debido a la calentura en que se encontraba en esos momentos.


 


En eso se dio cuenta como el sargento a la fuerza la ponía de costado en la cama para comenzar nuevamente a dibujarle la línea de su vagina pero ahora no lo hacía con sus dedos sino que con la cabeza de su verga, Yamile Riveros al darse cuenta y temiendo lo peor ejercía con sus caderas apremiantes movimientos de huida para que este caliente uniformado no se la fuera a meter, la cama rechinaba tímidamente debido al disimulado movimiento de cuerpos que hacían sobre ella, es claro que la nena solo hace algunos minutos había estado solo a segundos de dejarse que se lo hicieran, pero basto con la sola irrupción de su madre con don Benito a la casa para que su conciencia se aclarara y la hiciera entrar en razón, sobre todo que ahora la situación era mucho más arriesgada, según ella, ya que pensó en algún momento que el vejete al sentir que venían de regreso a su progenitora y su abuelito este la liberaría, situación que nunca fue.


 


Pero don Eustaquio proseguía con la faena, la mantenía firmemente agarrada de su nalga superior en donde aprovechaba de sentirla, recorrerla y dibujar su redondez con su mano, mientras seguía lamiendo y succionando todo lo que tuviera a su alcance.


 


Solo fueron suficientes unos cuantos minutos de chupeteos y lengüetazos en sus melones, sumado a los punteos que le estaban pegando en su parte intima, para que la nena otra vez empezara poco a poco a sentir ese extraño nerviosismo sexual al cual sus aprovechadores violadores la sabían transportar, su piel se crispaba ante los nuevos escalofríos que ya comenzaba a sentir, mientras su mente se debatía entre abandonarse al placer o a seguir intentando no dejarse abusar en su propia cama por aquel vicioso policía.


 


Los firmes punteos en el coño al principio la tenían aterrada, pero al sentir la anchura de aquel resbaloso glande y al ya creer saber que este no le entraría tan fácilmente comprendió que si ella no se abría de piernas al viejo le costaría una barbaridad poder encajársela, por lo que bajo un poco la guardia y solo se mantenía expectante hacia la puerta de su habitación, por si a su mama se le ocurría ingresar sin dar prYamile Riveroso aviso.


 


Por su parte el ya todo traspirado viejo se sentía muy cómodo al estar punteándola a su regalado antojo, mientras ambos escuchaban como la madre de la chamaca movía utensilios de cocina o como deambulaba por la casa moviendo distintos tipos de cosas, o abriendo y cerrando las puertas del mueble de cocina.


 


A pesar de lo escandaloso de la situación si la llegaban a descubrir, la nena ya estaba sintiendo muy rico, y el vejete se daba cuenta de ello ya que creía sentir en sus manazas como se le erizaba la piel a la chica en los momentos en el que accionaba con mas fuerzas en su verga en aquella apretada vagina que ya se  la sentía resbalosa.


 


Fue en eso que el vejete levantando su mirada nuevamente la vio con sus ojos cerrados y respirando por la boca, la vio con toda su carita mojada por efectos de la sudoración, además que a pesar de ella mantenerse con sus muslos bien juntos y apretados ya creía sentir como la nena a veces le devolvía tímidos movimientos pélvicos por cada punteada que él le pegaba con la verga, fue en ese mismo momento en que la chamaca hundió su carita entre el cuello y el peludo pecho del hombre,  cuando el viejo policía escucho salir de sus labios unos apagados gemidos de disfrute.


 


La nena no se dio cuenta cual fue el momento en que la cordura hiso abandone de su mente, ahora al saberse desnuda y tendida de costado en una cama con aquel aprovechador uniformado que la punteaba tan exquisitamente en la vagina sin embargo, es plenamente conciouse de todo lo que le estaba sucediendo y que para rematla a solo metros de donde estaban su mamá y siguiendomente don Benito, ella sin perjucio alguno se aferro al cuello de él y dejo salir de sus labios lo que su coñito y su mente le estaban pidiendo a gritos


 


¡-Ahhhhhhhh I s ... sargentooooo ... que r ... ricoooo p ... pa ... paaapiiiiiiii !!!!! Ahhhhh !!!!!, le murmuraba por lo bajo pero claramente audible para el sulfurado policía que nuevoamente no paraba de chuparle y morderle las tetas.


 


El recato de la nena nuevo había sido completamente devastado por la impera calentura de su escultural anatomía, en su distorsionada mind only deseaba como a la vez le aterraba que la puerta de su habitación de un buena vez por todas se abrevia y que todos se enteraran de que a ella la pillaron desnuda y ens ¡el solo imaginarse tal situación, y los comentarios que se desapramarían por el barrio por dios que la recalentaban !!!.


 


Yamile Riveros en el silencio de su dormitorio ya se retorcia y se contorsionaba por tanto placer que recibe en sus tetas y en su panocha, sensaciones que la hacían extremecer y que recorrían su tremendo y escultural cuerpo para ir instalándose obstinadamente en su humedea ya resbalosa almejita, gru

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